Al menos 34 muertos en Argelia por incendios forestales en medio de temperaturas extremas

En plena canícula en el hemisferio norte, el Magreb es más que nunca una caldera al sur del Mediterráneo, con temperaturas que rozan los 50° grados en Túnez y superan los 45° en Argelia —donde 34 personas han muerto ya en incendios forestales—, mientras en Libia y Marruecos mantienen valores máximos estivales habituales por encima de los 40º. Tras una ola de temperaturas extremas que se prolonga desde el pasado día 18, el Instituto Nacional de Meteorología tunecino ha declarado esta semana la alerta roja, por “fenómenos peligrosos de intensidad excepcional” con hasta 10° por encima de lo habitual, en provincias del interior como Kairuán y Tozeur, que este lunes han alcanzado los 49°, mientras en la capital del país, en una zona costera y de marismas, los termómetros llegaban hasta los 48°.

“Es una ola de calor extraordinaria, intensa, duradera e histórica. No es normal que haya estas temperaturas tan elevadas, que además se han dado en zonas costeras de Túnez y Argelia, cuando lo habitual sería que se diera en el interior, en zonas más cercanas al Sáhara. Es tremendamente raro y detrás está el cambio climático de origen antropogénico”, explica el meteorólogo Francisco Martín León.

El calor, que está disparando los termómetros por todo el mundo, golpea también con fuerza el norte de África. En Túnez la alerta se ha extremado al alcanzarse temperaturas récord, con cinco regiones con avisos de emergencia. Las autoridades desaconsejan en esas zonas salir al exterior entre las nueve de la mañana y las seis de la tarde. Estas temperaturas superan las mediciones de julio de 2021, consideradas como las más altas desde que existen registros oficiales en el país magrebí, en 1950. Las mínimas nocturnas han oscilado entre los 33° y los 38° en el oeste del país. El aumento de las temperaturas ha obligado a las compañías suministradoras de energía a efectuar cortes de electricidad tras dispararse consumo por el uso intensivo de acondicionadores de aire, informa la agencia France Presse. Miles de personas que no cuentan con sistemas de refrigeración duermen en parques y playas.

Al otro lado de la frontera, en Argelia, las máximas se han situado en los 48° en provincias como Annaba o Yiyel. La extrema sequedad del medio natural causada por la ausencia de lluvias ha propiciado la propagación de cerca de un centenar de incendios forestales en 16 departamentos del norte. En el que está devastando las provincias de Buira y Bujía, en la región de beréber de la Cabilia, han perdido la vida al menos 34 personas, entre ellos 10 soldados que se vieron rodeados por las llamas cuando participaban en las tareas de extinción junto a más de 8.000 bomberos, policías y militares, según informó el Ministerio del Interior argelino. Miles de personas han tenido que ser evacuadas ante el avance de las llamas.

Las olas de incendios ya golpearon Argelia en el verano de 2022, con un saldo de 37 muertos, y en el de 2021, cuando murieron 90 personas y quedaron arrasadas decenas de miles de hectáreas de vegetación, la mayoría en la región de la Cabilia, en medio de la polémica. El país magrebí no disponía aún de hidroaviones para la extinción de incendios. A la espera de la llegada de nuevos medios aéreos adquiridos, que aún no han sido desplegados, el Gobierno alquila hidroaviones a países latinoamericanos y a Rusia, que ha empezado a usar este martes.

Otro motivo de controversia fue el hecho de que las autoridades argelinas acusaran al partido MAK, que aboga por la autodeterminación de la región de la Cabilia y es calificado de terrorista, de estar detrás de los incendios, con la colaboración de Marruecos. El linchamiento de un joven que acudió a la zona como bombero voluntario, a quien un grupo de vecinos confundió con un pirómano, causó además una gran conmoción en la sociedad argelina al ser difundidas en las redes sociales imágenes del asesinato.

Olas de calor cada vez más intensas

“El cambio climático causado por la emisión de gases de efecto invernadero está detrás de estas olas de calor en toda la zona mediterránea”, resume Francisco Martín León, colaborador de Meteored y coordinador de la Revista del Aficionado a la Meteorología (RAM). “Las pruebas son concluyentes: estamos dopando a la atmósfera con mayor capacidad de almacenar calor, y además el mar Mediterráneo está pasando una ola de calor marina impresionante, así que todo se alinea tal y como predijo el IPCC [el panel de expertos de la ONU en cambio climático]: que cada vez tenemos olas de calor más extensas, más duraderas y más intensas, como la que están viviendo ahora mismo en el norte de África”.

En este sentido, el meteorólogo señala que en la otra orilla las mediciones también están desafiando a los termómetros: en Sicilia se han alcanzado los 48°, y está habiendo temperaturas altísimas en Italia, Grecia y Turquía. “En un sistema climático normal, habría este tipo de eventos cada 50 o 100 años, pero el cambio climático aumenta la intensidad y frecuencia de estos fenómenos. Los científicos ya nos estaban avisando de estos efectos desde hace décadas, pero ahora los cambios se están produciendo a una velocidad sin precedentes. El sistema climático está ahora mismo fuera de control”.

¿Por qué este fenómeno afecta al norte y sur del Mediterráneo, pero no a España? “Aunque hace unos días tuvimos una ola de calor con avisos especiales de Aemet, en esta ocasión nos estamos librando temporalmente por tener el Atlántico cerca y una vaguada atlántica que envía aire frío a la Península y suaviza las temperaturas”, responde Martín León. “El domo de calor [cuando la atmósfera retiene el aire cálido del mar] sigue persistiendo en el Mediterráneo central y oriental, y por eso continúan estas temperaturas tan altas en toda el área. En principio, este domo de calor que está afectando al norte de África se va a desplazar hacia el este, y no está previsto que afecte a España en los próximos días”, concluye.