Andalucía

Ana Julia Quezada culpa a Gabriel para burlar la prisión permanente revisable

Gabriel Cruz

Ana Julia confiesa que mató a Gabriel: le dio un golpe con un hacha y luego lo asfixió EL MUNDO

Hubo una discusión, un forcejeo, según la versión de Ana Julia Quezada, quien habría arrebatado el hacha con la que el pequeño trataba de arremeter contra ella y le habría devuelto el golpe con la parte roma del utensilio. A continuación, le apretó el cuello hasta acabar con la vida del pequeño. Es el relato que la asesina hizo ayer ante la Guardia Civil, con el que trata de rebajar un presunto caso de asesinato a un supuesto de agresión que termina en homicidio, lo que le evitaría una condena de prisión permanente revisable. El asesinato cuando la víctima es un menor de 16 años es uno de los supuestos para imponer esta pena.

La confesión se produjo en la Comandancia de la Guardia Civil de Almería, donde Quezada prestó declaración durante casi dos horas ante los agentes, a quienes también les dijo que había cometido el crimen ella sola. La Guardia Civil no da credibilidad a toda su versión y apunta a que todo forma parte de un plan premeditado.

La versión de la detenida le permitiría eludir una acusación por asesinato, que cuando la víctima es un niño acarrea la pena de prisión permanente. En caso de no haber sido planeado, podría considerarse como homicidio (10 a 15 años) o incluso homicidio imprudente (uno a cuatro años).

La segunda jornada desde la detención de Ana Julia, que hoy pasará a disposición judicial, arrojó luz sobre las incógnitas que todavía encierran el caso. La detenida comenzó a colaborar después del mutismo que protagonizó su traslado el lunes a los escenarios de Rodalquilar, Las Hortichuelas y Vícar. Así lo aseguró la abogada Ana Gámez, quien junto a Esteban Hernández se encarga de la defensa de Quezada por turno de oficio y que matizó que las visitas del lunes a esos tres escenarios fueron para registros y que ayer sí se trató de una reconstrucción de los hechos.

Así, y tras prestar declaración ante los agentes de la UCO que la interrogaron, el traslado a la finca de los abuelos paternos en Rodalquilar permitió la localización de las prendas que vestía Gabriel la tarde del asesinato, que permanecieron en un vertedero de Retamar, una urbanización costera entre Las Hortichuelas y Puebla de Vícar, durante el periodo de la infructuosa búsqueda. Se va sabiendo también que el cadáver fue enterrado en la finca y no arrojado al pozo contiguo a la vivienda, un pozo que fue revisado por especialistas de la Guardia Civil sin resultado positivo.

Entre las incógnitas por aclarar también está la de si el cadáver permaneció oculto siempre en el mismo sitio o fue movido durante los 12 días que se prolongó la búsqueda de Gabriel. En la investigación también ha estado sobre la mesa la posibilidad de que Ana Julia contase con un colaborador o cómplice no tanto en la comisión del delito como a la hora de ocultar o deshacerse del cadáver. La abogada señaló a los medios que Quezada asegura que actuó en solitario.

La Guardia Civil trabaja en la elaboración del atestado para acompañarlo de pruebas sólidas en la comparecencia prevista para el mediodía de hoy ante el Juzgado de Instrucción número 5 de Almería, que se ha hecho cargo de las diligencias. Éste decretaba, en la mañana de este martes, la prohibición de incinerar el cadáver como medida de prevención por si durante el proceso fuese necesario practicar otros análisis. Para la elaboración del atestado se han desplazado a Las Hortichuelas los agentes que resolvieron el caso de Diana Quer, que han sido quienes se han hecho cargo de los interrogatorios de la acusada.

Previsiblemente, el titular del Juzgado levantará hoy el secreto que pesa sobre el sumario en el auto que, en su caso, enviará a prisión a Ana Julia Quezada, un documento judicial que puede arrojar luz sobre los cargos que podrían pesar sobre la detenida: retención y secuestro de menor y asesinato u homicidio.

Ana Julia busca hacer compatible su versión con los datos preliminares que presenta la autopsia de Gabriel: un fuerte golpe que desfigura su rostro y la muerte por estrangulamiento. Los porqués del crimen siguen centrados en los celos de la pareja del padre hacia la figura de Gabriel, con quien no mantenía una buena relación. Otra hipótesis, barajada en distintos ámbitos, apunta al propósito de Ana Julia de trasladarse con el padre del pequeño a República Dominicana, para lo que la presencia de Gabriel sería un obstáculo.

El pequeño, que este martes fue inhumado en la intimidad familiar en el cementerio de Fernán Pérez, un anejo de Rodalquilar, desapareció en una vereda de apenas 100 metros de longitud que conduce a casa de sus primos en Las Hortichuelas a las 15.30 horas del martes 27 de febrero. Su desaparición fue detectada más de dos horas después y al no dar resultado el primer operativo de búsqueda por la zona que montaron sus familiares se dio aviso a la Guardia Civil. Los agentes, junto a voluntarios, peinaron los parajes y el entorno cercano, mientras en paralelo agentes de la UCO llevaban el peso de la investigación, que desembocó a las 13.00 horas del pasado domingo con Ana Julia detenida tras ser interceptada por coches camuflados del Instituto Armado que la seguían desde una hora antes, cuando extrajo el cadáver de la finca de los abuelos paternos y se dirigió al garaje de la vivienda que compartía con el padre del pequeño en Vícar.