Este neologismo, formado a partir del sustantivo vacuna y del sufijo -dromo, presente en términos como hipódromo o velódromo, y que generalmente aludía a lugares en los que tenían lugar carreras, hoy también se refiere al espacio de grandes dimensiones destinado a fines determinados, como en cosmódromo, rockódromo; en este caso concreto, a la administración de las vacunas.
|