LA IGLESIA DE ÉNFASIS CELULAR: CRECER LA IGLESIA DESDE ADENTRO HACIA AFUERA

Liderazgo Pastoral

Enero, 2005

por Joel Comiskey

Cierto pastor se había convencido de la filosofía de la iglesia de énfasis celular pero no había cambiado internamente su valor de lo que consideraba éxito en la iglesia. Profundamente enraizado en su corazón valorizaba como éxito en la iglesia la asistencia al servicio de adoración del domingo.

Durante los meses de entrenamiento encontré que su tendencia natural era pasar mucho tiempo tratando de atraer personas al servicio de celebración dominical. Se concentraba en la preparación de los sermones, la visitación y soñaba con tener una gran multitud asistiendo los domingos. Brindaba una atención secundaria al ministerio de las células. Cuando lo confronté con esta realidad reconoció que se sentía más motivado por la asistencia de los domingos que por el ministerio celular.

Este pastor luchaba con el tema de cómo medir éxito. Comencé a entrenarle para que pueda ver al éxito como el resultado de multiplicar y capacitar nuevos discípulos en vez de la asistencia los domingos.

Este capítulo trata este cambio de mentalidad. Los próximos dos capítulos para el entrenamiento y capacitación provee más soluciones prácticas acerca de cómo practicar los conceptos de este capítulo.

Redefinir el éxito en el crecimiento de la iglesia en términos de hacer discípulos en vez de contar el número de asistentes los domingos puede ser el cambio más importante en el pensamiento del pastor para hacer que su ministerio de iglesia celular funcione en Norteamérica. No se trata de quitar la mentalidad de éxito de la mente norteamericana. Simplemente hay que redefinir lo que significa éxito.

La reforma del crecimiento de la iglesia

Fui consultor en una iglesia que se reunía semanalmente con el propósito de planear para el servicio de adoración del domingo. Todos los esfuerzos y actividades estaban dirigidos a hacer del evento dominical un éxito. Discutían acerca de la preparación de los encargados de la recepción de las personas, la excelencia del tiempo de adoración, la precisión en los anuncios y la limpieza de los baños. Las reuniones de planeamiento del liderazgo de la iglesia hablaba a las claras que tenían una meta en mente: atraer y mantener cautivas a las personas los domingos para el servicio de adoración.

Muchos líderes, como los que acabo de describir, se alimentan de las teorías del crecimiento de la iglesia y creen que el éxito de la iglesia es equivalente con tener más miembros, lo que normalmente se traduce en cuántos asisten a la celebración del domingo por la mañana.

Pero, por el otro lado, los pastores exitosos de iglesias celulares miden el éxito de manera diferente. Se concentran en ver que la mayoría de los asistentes se transformen en discípulos que pastoreen grupos hogareños y que a su vez evangelicen y discipulen a otros. La celebración es importante, pero la asistencia a la celebración es el resultado de la tarea que toma lugar durante la semana.

El concentrarse en la infraestructura de la célula ayuda a alinear el pastorado con la verdad neotestamentaria de que la tarea del pastor es preparar al pueblo de Dios para la obra del servicio del ministerio (Ef. 4:11–12).

Esta perspectiva rescata al pastor del papel de ser la estrella de la celebración del domingo (¿cómo puedo volver más atractiva la celebración dominical para hacer que las personas sigan viniendo?) para ser el líder entrenador y discipulador (¿cómo puedo preparar y enviar obreros laicos al campo para capacitarles como líderes de grupos celulares dinámicos y multiplicadores?).

Aunque tanto la célula como la celebración son importantes para la iglesia de énfasis celular, creo que la infraestructura celular debiera guiar (o conducir) a la iglesia.

Todd Hahn, quien ministra a postmodernos, dice: “La estrategia buscador/creyente fue un regalo de Dios para la iglesia de la modernidad, pero es irrelevante para los postmodernos. . . . Los postmodernos no están interesados en ser atraídos a un multitudinario servicio de adoración. Ellos quieren ser preparados para servir. Es en el servicio que sienten que son liberados. La iglesia de la próxima generación debe estar lista para dar y servir” (nota 1).

La estrategia de la iglesia de énfasis celular centra sus esfuerzos en preparar a los laicos para el servicio. Guía a las personas de asistentes al ministerio por medio de un proceso de entrenamiento, participación, y liderazgo de células.

La iglesia de énfasis celular

En contraste con la iglesia focalizada en las reuniones dominicales, la iglesia de énfasis celular se enfoca en su infraestructura. El pastor se concentra en hacerla crecer desde adentro hacia afuera. El éxito es medido como la eficacia en convertir a los miembros en líderes de grupos celulares.

Damian Williams comprendió bien la estrategia de las celulas. Cuando Williams inició su pastorado en Red Cedar Community Church en 2000, la iglesia contaba con una asistencia de 200 personas los domingos por la mañana. Puso una clara meta de hacer discipulos que se multipliquen. Desafió a todos a tomar el entrenamiento con el propósito de eventualmente conducir un grupo celular. Sabia que no todos llegarían a ser lideres, pero confió que todos podrían capacitarse.

Williams se concentró en el entrenamiento de los líderes para producir discípulos. Se centralizó en la estructura celular. Desarrolló un equipo nuclear de líderes seleccionándolos de entre líderes celulares exitosos que pudieran entrenar a otros líderes. Para Williams, la tarea principal se ubica en el sistema celular cuyo resultado produce el crecimiento de la asistencia de los domingos por la mañana.

A pesar de muchos obstáculos y resistencia, Williams continuó insistiendo con su visión de crecimiento desde el núcleo hacia la multitud. En tres años y medio las células crecieron a treinta y la asistencia a 350. El crecimiento de la infraestructura trajo más de 500 a la celebración de los domingos.

La estrategia centrada en las células es clara y simple: uno se debe concentrar en desarrollar nuevos líderes por medio de la multiplicación de grupos celulares, ellos van a levantar la cosecha y pastorear la iglesia. Es la estrategia que Cristo dio a sus discípulos en Mateo 9:37–38: “Entonces dijo a sus discípulos: A la verdad la mies es mucha, mas los obreros pocos. Rogad, pues, al Señor de la mies, que envíe obreros a su mies.” La meta de las nuevas células es la de tener nuevos líderes equipados y enviados como obreros de la mies (nota 2).

Por medio de esta perspectiva, una iglesia se puede concentrar en la multiplicación de la infraestructura: desarrollar nuevos líderes, y asegurarse de tener un crecimiento tanto cuantitativo como calificado. El evangelismo y el servicio a la comunidad son valores centrales en esta perspectiva. Una iglesia que constantemente está multiplicando sus células penetra la ciudad con un fervor evangelístico apasionado y un diligente desarrollo de líderes. Galloway escribió, “El concepto es que primero se edifican los líderes. Los líderes edifican los grupos. De esos grupos vienen los siguientes líderes que continúan con la multiplicación de más grupos” (nota 3).

En lo práctico esto quiere decir que el pastor de una iglesia de énfasis celular primeramente soñará, planeará y pastoreará la infraestructura celular. Lo primero por tratar en su equipo de liderazgo deberá ser el ministerio celular. Cada miembro del equipo compartirá cómo va marchando cada célular y luego informará la condición de las células en general. Posteriormente a tratar los temas relacionados con el ministerio de las células, el pastor podrá tratar los asuntos concernientes a la celebración: adoración, anuncios, y la limpieza de los baños.

Durante una conferencia, cuando se le pregunte a un pastor de una iglesia celular acerca del tamaño de su iglesia, el pastor responderá primero tratando la cantidad de células que conforman su iglesia, los líderes que están en entrenamiento y la asistencia a las células. ¿Por qué? Porque este pastor tendrá una nueva definición del éxito.

Incorrecta aplicación del concepto de la iglesia con dos alas

Bill Beckham creó el concepto de “la iglesia con dos alas” refiriéndose a la iglesia celular que enfatiza tanto las células como la celebración. Beckham definió que la iglesia de dos alas es aquella que enfatiza tanto la célula como la celebración y por lo tanto puede volar mejor que la iglesia de una sola ala.

Comparto la terminología de Beckham, pero he notado que algunos han aplicado equivocadamente este concepto. Prefiero recomendar el uso del término iglesia de énfasis celular porque da un mejor sentido de dirección y propósito.

Esto se hizo claro en una iglesia donde el pastor delegó las funciones del ministerio de celebración a un pastor y el del ministerio de células a otro. Su intención era balancear las dos alas. Este pastor principal trató de convencerme de que simplemente intentaba enfatizar las dos alas. Me di cuenta de que existía una total falta de integración entre las células, la celebración y los ministerios.

En esta iglesia en particular el pastor de células debía encargarse de todo el trabajo del ministerio celular y el de celebración en todo lo relacionado con la celebración. La tarea del pastor principal era supervisar a ambos con la esperanza que el pájaro de dos alas no se estrellase contra el suelo.

Con un pastor a cargo de las células los demás miembros de equipo tenían la libertad de desarrollar sus propios ministerios, no directamente relacionados al de células. Cuando el equipo se reunía no había unidad ni dirección. Cada líder informaba acerca de su propio ministerio.

La iglesia hacía mucho esfuerzo para que sus miembros se unieran a las células existentes pero la estructura del liderazgo hablaba a las claras que el ministerio celular era solamente una parte del programa de la iglesia.

Aconsejé a esta iglesia de comenzar desde arriba. Les aconsejé que primero acomodaran al liderazgo en la transición y que el resto se ubicaría fácilmente. Una y otra vez mencioné el modelo de énfasis en las células en vez de la perspectiva de las dos alas de manera que tuvieran una mejor imagen de lo que querían hacer.

Esto quería decir que el pastor principal era quien debía conducir el cambio. Necesitaba ponerse el título de líder de células. Alenté al pastor a que tuviese su propio grupo celular para obtener experiencia y conocimiento en el ministerio celular. Le aconsejé que leyera y se mantuviera al tanto de todo lo relacionado con el ministerio celular para poder tener algo que compartir con sus líderes. “Puedes tener una gran estructura celular como si fuera un automóvil de juguete, pero así como un automóvil no marcha sin un motor, una iglesia celular no se mueve a menos que el pastor principal tenga la pasión y lidere el ministerio celular.”

Les aconsejé que cada miembro del equipo pastoral liderase una célula y supervisara a un grupo de células ya existentes. El entrenamiento celular debiera ser la identidad pastoral principal. Simultáneamente cada uno podía tener su ministerio en particular (i.e., adoración, educación, compañerismo, etc.) pero la identidad central debería ser la de un pastor de células.

Les aconsejé que en sus reuniones del equipo ministerial primeramente tratasen lo relacionado con las células, y luego lo demás. Para poder hacer esto efectivamente, cada miembro del equipo pastoral debiera tener estadísticas actualizadas del estado del ministerio celular. Durante este tiempo el equipo pastoral podría planear, orar y desarrollar la visión de nuevos discípulos. Posteriormente podrían discutir temas ministeriales como los ujieres, la adoración, predicación y entrenamiento.

Volví vez tras vez a la idea de la iglesia con énfasis celular. Necesitaba ayudar al pastor a superar su equivocada visión de la iglesia con dos alas. Le dije que la iglesia necesitaba evaluar el éxito por la manera como podían crecer la infraestructura.

Este ejemplo es una ilustración práctica de cómo la iglesia de énfasis celular funciona. Cada miembro del equipo, sea pagado o voluntario, es primariamente responsable del cuidado de los grupos celulares. El pastor principal y el equipo deben estar íntimamente involucrados en el ministerio de células, en muchos casos aún conduciendo ellos mismo un grupo celular. El primer asunto de discusión en las reuniones de equipo es un informe detallado de las células que se reunieron durante la semana.

El éxito es medido en una manera práctica. Es percibido en las reuniones de equipo, los anuncios (ver capítulo 13), y aún en la predicación del pastor. El pastor de una iglesia de énfasis en células no duda al permitir que otros compartan el púlpito pues sabe que su primer papel es ser cabeza de la estructura de las células. Muchos de los pastores con los que estoy trabajando, ciertamente, predican solamente un sesenta por ciento del tiempo, permitiendo a otros predicar y desarrollar sus dones y talentos.

Definición del discípulo

Si una iglesia de énfasis celular redefine lo que es éxito para una iglesia, es importante comprender cuál es el producto final de ese éxito. Jesús lo dejó claro en Mateo 28:18-20 cuando les dijo a sus discípulos que hicieran nuevos discípulos.

¿Pero qué es un discípulo? La iglesia CrossPoint Community Church (CCC) lidió con esta pregunta. La declaración de la misión de CCC dice que su meta es hacer discípulos que hagan nuevos discípulos, pero la iglesia tenía que dar un paso más y definir lo que entendía por un discípulo.

Como estoy involucrado como consultor de esta iglesia, hemos lidiado juntos con la definición de lo que es un discípulo. El Pastor Jim Corley acordamos que un discípulo es un seguidor de Cristo, pero necesitábamos definirlo en términos prácticos. Corley y sus líderes claves no se sentían cómodos con la idea de que un discípulo es equivalente con un líder celular.

Dios dió sabiduría para dividir lo que un discípulo sería dentro del paradigma de una iglesia celular como la de CCC. Les recomendé que la iglesia definiera un discípulo de la siguiente manera:

Discípulo D-1 (miembro de una célula y en entrenamiento)

El primer paso es que una persona que asiste a CCC esté en una célula y en el entrenamiento (ver Capítulo 10). En este proceso la persona es bautizada y se le enseña a obedecer todo lo que Cristo a mandado (Mat. 28:18–20). Algunos pasos claves en el proceso de entrenamiento comprenden la enseñanza doctrinal, santidad, bautismo, evangelismo, y la preparación para ministrar a otros.

Discípulo D-2 (líder asociado)

El próximo paso es cuando el discípulo vive prácticamente lo que está aprendiendo. El término discípulo D-2 define a la persona que está en una célula, tomando el próximo paso en el entrenamiento, y ayudando en el liderazgo de la célula. Esta persona juega un papel muy importante en el grupo celular y se prepara conscientemente para facilitar su propio grupo celular.

Discípulo D-3 (líder celular)

El próximo paso se da cuando agrupa personas y da inicio a su propia célula. Aquí el discípulo ha reunido a amigos y familia y está liderando una célula. Se ha graduado del nivel de entrenamiento preparatorio.

Discípulo D-4 (líder multiplicador)

Esto ocurre cuando el líder celular a comenzado a desarrollar a otro discípulo quien se está multiplicando y conduciendo su propio grupo celular (quien ha pasado el proceso de D-1 a D-3). Llamo al líder multiplicador un discípulo D-4.

Como la estrategia de énfasis celular crece del centro a la multitud, es esencial tener en claro la meta que se quiere alcanzar. Si bien la primera meta en la vida cristiana es ser como Jesús, es esencial que se defina el término dentro del cuado de la iglesia. La comprensión del discipulado como D-1 a D-4 permite guiar al creyente a través de un claro proceso de entrenamiento.

Desde una perspectiva práctica, la meta es hacer discípulos y la estrategica de énfasis celularpermite que ocurra hacienda que todos los miembros pasen por etapas de entrenamiento que les prepara para ser discípulos como asimismo poder ministrar a otros.

Las células como reproductoras de discípulos

Algunas personas me preguntan por qué estoy tan convencido acerca del tema de las células. “Bueno,” les respondo, “en realidad no creo en las células. Lo que creo es en el desarrollo de nuevos líderes. Creo en hacer discípulos.” Mi compromiso con el ministerio de células en realidad es un compromiso con el desarrollo de nuevos líderes.

Las células son simplemente el mejor vehículo para desarrollar líderes—son reproductoras de líderes. Los programas y las tareas en la iglesia, por contraste, no desarrollan y lanzan líderes. Los líderes ciertamente no se desarrollan y lanzan por sentarse los domingos para el servicio de adoración o adorando en un grupo grande. Creo que se desarrollan dentro de la atmósfera que brinda la reunión celular, donde todos son capaces de ejercitar sus dones espirituales e influir a otros.

En un grupo de tres a quince personas que se reúnen semanalmente fuera del edificio de la iglesia con el propósito de evangelismo, compañerismo, acción y discipulado con el propósito de multiplicarse, cualquier persona tiene el ambiente adecuado para asemejarse a Jesucristo y aprender a ministrar a otros.

Las posibilidades son ilimitadas cuando el discipulado se vuelve una forma de vida. La iglesia celular es experta en esto. Tal desarrollo simplemente no se da con frecuencia en un grupo de coro o de ujieres, en una clase de escuela dominical, o en una reunión de negocios. Los líderes celulares potenciales se desarrollan mejor en grupos integrales que enfatizan el evangelismo, el compañerismo, el discipulado y la multiplicación.

Algunas personas piensan que solamente ciertas personas tienen los suficientes talentos para poder facilitar un grupo celular o que hay personas que tienen un don para ello. En mi libro Home Cell Group Explosion expongo esta falacia, mostrando que por medio de un estudio estadístico a más de 700 líderes de células en ocho países que cualquier persona puede facilitar un grupo celular multiplicador exitoso. Por cierto creo que el facilitar un grupo celular es parte del proceso de madurez y el llegar a ser como Jesús. Cuando una persona ministra a otros, la misma persona recibe mucho más y descubre a Dios de una manera novedosa y excitante.*

Exito bíblico y posible

La medición del éxito por el desarrollo de discípulos que se multiplican es bíblica y posible. Un ingeniero australiano que llegó a ser un pastor celular me escribió diciendo: “Joel, el juzgar nuestro rendimiento por los números del domingo es peligroso en las dos caras de la moneda. Un buen domingo nos puede hacer pensar que todo va bien (cuando puede no ser así) y un mal domingo, bueno tú ya sabes cómo afecta eso a los pastores. Pero, ¿por qué juzgarnos a nosotros mismos por algo de lo cual no tenemos control?”

Estoy convencido que el resultado de hacer discípulo hará crecer la asistencia los domingos, pero debe ser su resultado, no su énfasis principal (nota 4). El Señor conferirá el crecimiento dominical en el proceso de hacer discípulos que hacen discípulos. El lanzamiento de personas al campo como obreros generará una atmósfera de victoria y de participación. †

Alivio en la celebración

Mucho de la discusión del momento entre el estilo postmoderno de adoración (mas experiencial y orientado a la adoración) con el moderno (menos de adoración y más sensible al indagador) falla en el punto principal acerca del hacer discípulos por medio de la célula. La meta tanto del estilo postmoderno como del moderno pareciera ser el atraer a las multitudes al servicio de adoración.

Pero aunque el modelo de énfasis en las células normalmente enfatiza la adoración y el experimentar a Dios en los servicios de celebración, pone el primer esfuerzo en la edificación de una infraestructura que a su vez produzca un crecimiento en el servicio de adoración (nota 5).

Los miembros de las células no solamente necesitan del tiempo de la celebración para escuchar la inerrante Palabra de Dios presentada por un maestro/pastor, entender la visión y dirección del pastor, y adorar al Dios viviente, sino que necesitan además necesitan aplicar la enseñanza dentro del contexto del grupo pequeño (nota 6).

Cuando las iglesias comienzan a practicar el modelo que enfatiza las células, el resultado es un sentimiento de verdadera celebración los domingos por la mañana. La presión de tratar de impresionar al no creyente desaparece en el contexto de la iglesia celular. Las personas pueden venir a adorar a Dios con libertad y encontrarse con El.

El fin a la vista

Un pastor cierta vez compartió la ilustración de la diferencia entre plantar tomates y palmeras. La planta de tomate crece rápidamente y provee gratificación inmediata, pero al fin del año muere y debe ser reemplazada. La palmera, por el otro lado, crece lentamente y produce frutos a su tiempo, pero dura para siempre. “Quiero plantar una palmera,” dijo el pastor. “Quiero prepararme y preparar a la iglesia para resultados de largo alcance por medio de un ministerio de grupos pequeños.” Aliento a los líderes a optar por un ministerio tipo palmera para su ministerio de grupos pequeños.

Hacer discípulos multiplicadores es la clave para un éxito duradero. Cuando un pastor cree que la estrategia que enfatiza las células es la cave para un éxito duradero, entonces debe edificar una infraestructura celular y hacer de ello su prioridad. Esta nueva perspectiva afectará todo lo que haga y todo lo que la iglesia haga. La meta última es obedecer a Jesucristo quien ha dado claras órdenes a su iglesia.

* Home Cell Explosion se encuentra disponible en www.cellchurchsolutions.com o llamando al 1-888-344-CELL.

www.cellchurchsolutions.com/articles/churchLeaders/howToSetGoals.htm habla acerca de las especificidades de poner metas en la iglesia celular.

Este artículo ha sido tomado del noveno capítulo del libro de Comiskey Cell Church Solutions (CCS Publishing, 2005). Puede comprarlo ACA o por llamar 1-888-344-CELL.

Notas

  1. Todd Hahn, “ Leading Church for Postmoderns,” Strategies for Today’s Leaders (Summer, 2000), p. 16
  2. Observe que las iglesias de la siguiente lista constantemente rompen los récords:
    • Yoido Full Gospel Church (25 000 células)
    • Bethany World Prayer Center (1350 células )
    • International Charismatic Mission (14 000 células)
    • Iglesia Elim (11 000 células contando las de niños)
    • Centro Cristiano de Guayaquil (1400 células)
    • Love Alive Church (1000 células)
    • Living Water Church (900 células)
    • Faith Community Baptist Church (700 células)
  3. Dale Galloway, 20-20 Vision (Portland, OR: Scott Publishing House, 1986), p. 155.
  4. Sin embargo quiero alentar a los pastores de no hacer de esto una meta. Muchas iglesias celulares ni siquiera cuentan las estadísticas de los domingos. La iglesia Elim se concentra en la infraestructura, aunque no descuida las celebraciones dominicales y semanales. En el año 2002, un promedio de 116.034 asistieron a 8500 grupos celulares cada semana. Elim no toma asistencia para los servicios de los domingos, pero luego de observar seis servicios de adoración de Elim puedo estimar una asistencia superior a las 35.000 personas cada domingo. Es asombroso saber que tres veces más de los que asisten a la celebración dominical participan de las células todas las semanas. Los norteamericanos pueden aprender importantes lecciones de Elim. A muchos pastores les gusta la idea de las células pero siguen viendo como “iglesia” la celebración dominical y generalmente su asistencia es la única que se toma. Elim mide el crecimiento por la multiplicación de los grupos celulares y asistencia a las células. Claramente creen que la iglesia es lo que sucede en las células y en la celebración, pero las células es la fuerza motivadora de la iglesia.
  5. Algunas muy eficaces iglesias celulares son la excepción a esta “norma.” Crossroads UMC eficazmente alcanza a los no cristianos por medio del servicio dominical enfocado a las visitas, como asimismo Western Branch Community Church.
  6. En la estrategia de énfasis en las células las personas son ministradas principalmente en las células. De esa manera se alistan para la adoración. Más bien es una celebración de todas las células y de las personas que las células han alcanzado. No son solamente los creyentes que necesitan adorar que les acerquen a Jesús, los no cristianos en una edad postmoderna también pueden apreciar al Dios viviente siendo adorado y la Palabra de verdad siendo predicada. Aunque algunas personas puedan recibir a Cristo durante la adoración, el centro de evangelismo es el ministerio que toma lugar en las células. Las personas allí son pastoreadas. El domingo es un placer.