Liderazgo Pastoral: Fundamentos– ¿Arena o Roca?

por Joel Comiskey

2013

¿Por qué desarrollar el ministerio celular en una iglesia local? ¿Por qué son tan importantes los grupos celulares para lo que Dios está haciendo hoy en día alrededor del mundo? ¿Cuál es el fundamento para el ministerio del grupo pequeño?

Estas son preguntas cruciales. A través de los años, miles y miles han probado con los grupos celulares. Tristemente, muchos han comenzado poniendo sus fundamentos en la arena, fallando en cavar lo suficientemente profundo para construir sobre la roca. A mediados de los años 90, por ejemplo, los grupos celulares se convirtieron en una moda popular.

En 1995, Ralph W. Neighbour hijo, regresó a los Estados Unidos desde Singapur. Durante los últimos cinco años se vendieron más de cien mil copias de su libro Where Do We Go From Here? (Y de aquí, ¿hacia Dónde Vamos?) Él proporcionó recursos prácticos para ayudarles a las iglesias a implementar dentro de las iglesias un enfoque basado en células. Su estrategia ha tenido gran éxito en estas iglesias que él ayudó a desarrollar en Singapur. El también creó un recurso llamado El Año de la Transición, el cual él condujo con cientos de iglesias en Sudáfrica.

Carl George, también provocó mucho interés en el ministerio de los grupos pequeños, con su libro Prepare Your Church for the Future (Prepara a tu Iglesia para el Futuro). El estudio de George fue especialmente importante porque él contextualizó el énfasis celular mundial para que encajara en la realidad norteamericana. La mayor parte de la investigación inicial de George provino de estudiar la Iglesia New Hope Community Church (Iglesia Comunitaria Nueva Esperanza) en Portland, Oregon, de Dale Galloway. Pero George fue más allá del estudio de esta iglesia para aplicar los principios de los grupos pequeños a la iglesia norteamericana en general.

Además de Neighbour y de George, algunas iglesias muy grandes e importantes líderes denominacionales abrazaron el enfoque basado en células. La iglesia celular había cambiado repentinamente de ser una idea oscura para ser algo que prominentes seminarios enseñaban y ofrecían en sus cursos.

Sin embargo, en el mundo Occidental, la fascinación de la gente por las iglesias basadas en células disminuyó. Muchos pasaron a temas que les atrajeron más. No obstante, lo que llama mi atención es cuántos líderes importantes al inicio proclamaron que la iglesia celular no era simplemente un programa, sino la manera de trabajar en la iglesia. Curiosamente, muchas de esas iglesias ahora han dejado de lado el ministerio celular. Ya no es su prioridad.

Nosotros podemos aprender de estos ejemplos. Cuando una iglesia no desarrolla un fuerte fundamento sobre el cual edificar grupos celulares, la razón por la cual trabajar en el ministerio celular también se desplazará como la arena movediza.

Es el típico efecto de la “banda elástica” que viene con la implementación de una nueva idea. A menudo las personas se emocionan con el potencial de la vida de la iglesia basada en células. Comienzan haciendo los cambios, y al ir haciéndolos, ellos están estirando una banda elástica con un dedo de su mano derecha alejándose del dedo estable y fijo en la izquierda. No obstante, cuando fallan en establecer sólidos fundamentos para lo que están haciendo, van a experimentar un jalón de la mano izquierda que está fija, la cual representa las maneras tradicionales de trabajar en la iglesia. Esas maneras tradicionales están enterradas profundamente en siglos de uso, así que el jalón es fuerte.

Al mismo tiempo he observado a muchas iglesias implementar exitosamente el ministerio de la iglesia celular. Una de las diferencias claves en estas iglesias fue el establecimiento de fuertes fundamentos para el porqué estaban trabajando con células.

Estas profundas convicciones los ayudaron a atravesar tiempos difíciles y los hizo permanecer firmes mientras esperaban que Dios produjera los resultados. En otras palabras, ellos desarrollaron sus pequeños grupos en una roca bíblica sólida, en vez de arena.

Fundamentos Comunes que terminan siendo Arena

Jesús dijo:

Por tanto, todo el que me oye estas palabras y las pone en práctica es como un hombre prudente que construyó su casa sobre la roca. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa; con todo, la casa no se derrumbó porque estaba cimentada sobre la roca. Pero todo el que me oye estas palabras y no las pone en práctica es como un hombre insensato que construyó su casa sobre la arena. Cayeron las lluvias, crecieron los ríos, y soplaron los vientos y azotaron aquella casa, y ésta se derrumbó, y grande fue su ruina. (Mateo 7:24-27)

Si fundamentas el ministerio celular sobre arenas movedizas, cuando las lluvias vengan, cuando los ríos crezcan y los vientos soplen, tú regresarás a lo que te es familiar. Es de la naturaleza humana regresar a lo conocido para sobrevivir como iglesia. Sin embargo, lo que he observado a lo largo de los años es que estos débiles fundamentos de arena se han convertido en las razones principales para implementar el ministerio celular. Aquí tenemos algunos fundamentos superficiales:

Crecimiento de la Iglesia

Mi doctorado es sobre estudios interculturales; es sin embargo, prácticamente, un doctorado en estudios de crecimiento de la iglesia. Mi mentor académico fue Peter Wagner, el estudiante de Donald McGavran, quien se convirtió en el nombre famoso, sinónimo de la teoría del crecimiento de la iglesia durante las décadas de los ochenta y noventa.

A pesar que al principio abracé el crecimiento de la iglesia, como la razón principal para trabajar en el ministerio de la iglesia celular, desde entonces he llegado a ver el crecimiento de la iglesia como un fundamento sobre la arena.

Cuando empecé a estudiar el ministerio celular, me enamoré de su potencial de crecimiento de la iglesia, pero no prioricé el lado teológico del ministerio celular tanto como el aspecto pragmático.

Mi primer libro Home Cell Group Explosion (Explosión del Grupo Celular en el Hogar) se enfocó en la rápida multiplicación y evangelismo de células, luego mi segundo libro, Reap the Harvest (Recoger la Cosecha), hizo énfasis en el crecimiento de iglesias celulares fundamentadas en principios comunes. En ese momento yo era misionero en Ecuador, y nuestra iglesia celular estaba experimentando un sorprendente crecimiento. Yo consideraba que ciertos líderes en el movimiento celular no eran lo suficientemente pragmáticos. Yo quería mostrarle al mundo que la iglesia celular tenía que trabajar para obtener relevancia.

En junio de 1998, recorrí cinco importante ciudades de los Estados Unidos para Touch Publications (Publicaciones Toque) la editorial de mis libros. El tema de mi seminario fue iglesia celular. La mayoría de pastores asistentes estaban luchando. Ellos simplemente no estaban experimentando el rápido crecimiento de la iglesia que yo resaltaba en mis libros. La mayoría de ellos hablaba de su larga, larga transición y de las dificultades del ministerio celular.

Al mostrarles fotos en power point de Iglesias celulares en crecimiento, se impresionaban por los ejemplos de crecimiento en las Iglesias, pero generalmente se desanimaban por su propia falta de crecimiento. Yo pensaba que estaban haciendo algo mal. Yo les enseñaré. Regresé a Ecuador siendo muy crítico de la iglesia norteamericana.

Algunos años más tarde, hice otro viaje a los Estados Unidos y me reuní con un superintendente denominacional que había desarrollado materiales para iglesias en transición. Su estrategia requería de un proceso largo y lento. Yo critiqué su enfoque, pensando que él en realidad no sabía cómo establecer una iglesia que creciera. Él me miró directamente y me dijo, “Joel tu no comprendes cómo funciona el ministerio en Norteamérica. Es duro y completamente diferente a lo que estás acostumbrado.”

Resultó que él tenía razón

Me mudé de Ecuador a Norte América en el 2001. Me uní a la batalla, supervisando a pastores, haciendo seminarios, e incluso planté una iglesia celular junto a otro pastor. Tenía la intención de encontrar las llaves que desencadenaran una explosión en la iglesia celular en los Estados Unidos y en el mundo Occidental.

El crecimiento de la iglesia era mucho más lento en Occidente. ¡Yo podía “hacer crecer” más rápidamente una iglesia al no hacer énfasis en el ministerio celular! Algunas personas nos dijeron que estaban buscando una iglesia dónde no los conocieran. Un cristiano me dijo, “necesito una iglesia dónde no tenga que hacer mayor cosa.” Muy pocas personas estaban interesadas en los compromisos adicionales que conlleva el ministerio celular. Algunas iglesias estaban “creciendo” por medio de no requerir mucho de sus miembros y de permitirles permanecer anónimos.

El crecimiento de la iglesia era lento en Norteamérica porque faltaba avivamiento espiritual. Muchos no tenían el tiempo para unirse a un grupo y no estaban interesados en tener vida de comunidad personal y cercana, no estaban interesados en atravesar por una ruta de entrenamiento, practicar evangelismo relacional, y participar en una multiplicación planificada.

Con el tiempo me convencí de que la iglesia celular era más que todo una estrategia de purificación o de transformación para la iglesia en Norte América. Durante un largo período de tiempo, comencé a ver el ministerio celular como algo mucho más que una técnica para el crecimiento de la iglesia. Me di cuenta que mi antigua teología del crecimiento de la iglesia era deficiente. Vine a comprender que la verdad bíblica es el juez final del crecimiento de la iglesia o de cualquier otra filosofía del ministerio.

Tomé la decisión de fundamentar mi vida y ministerio en las Escrituras, y las piezas del rompecabezas comenzaron a encajar. Me encontré gratamente sorprendido al darme cuenta que tan bien engranaban la estrategia de la iglesia celular con la teología bíblica. Llegué a convencerme de que la razón principal por la que trabajamos con la iglesia celular es debido a convicciones teológicas, y que esas convicciones bíblicas nunca deben ser secundarias, sino más bien, deben ser la razón principal.

La teología le da alas al ministerio celular dado que provee las bases para la implementación en ambas áreas, tanto la receptiva como la no-receptiva. Seguir la estrategia de la iglesia celular no da como resultado un crecimiento instantáneo. Toma tiempo cambiar el pensamiento tradicional, desarrollar a las personas laicas para hacer la obra del ministerio, y comprometerse con el evangelismo relacional. Algunas iglesias pueden hasta perder miembros en las primeras etapas del proceso.

Los principios y prácticas de la iglesia celular deben ser construidos sobre un fundamento bíblico si queremos que las iglesias sean sanas y que generen más y mejores discípulos. No se trata de una estrategia de crecimiento rápido, sino más bien, de una estrategia bíblica. Los grupos celulares proveen el ambiente para formar discípulos. En algunas áreas receptivas alrededor del mundo, la multiplicación ocurre rápidamente porque la gente está viniendo a Cristo, están siendo entrenadas, y están iniciando nuevas células. Sin embargo, en áreas más resistentes alrededor del mundo, el proceso toma mucho más tiempo porque el suelo es más duro. No importa dónde la iglesia es establecida, ésta tiene que depender de la verdad bíblica y no de resultados externos.

Salud de la Iglesia

A principios del año 2000, la salud de la iglesia se tornó en un tema candente. Encuestadores como George Barna, catedráticos como Peter Wagner, y pastores como Elmer Towns, produjeron listas de características que describían a las iglesias saludables. Rick Warren en The Purpose-Driven Church (Una Iglesia con Propósito), dice: “El tema clave para las iglesias en el siglo veintiuno será la salud de la iglesia, y no el crecimiento de la iglesia.”[4]

La guía más definida sobre la salud de la iglesia es el libro Natural Church Development (Desarrollo Natural de la Iglesia).[5] Después de realizar un estudio estadístico extensivo en decenas de miles de iglesias alrededor del mundo, Christian Schwarz y su equipo determinaron que existen ocho características de calidad de iglesias saludables. Estas son:

  • Empoderando el liderazgo
  • Ministerio orientado a los dones
  • Espiritualidad apasionada
  • Estructuras funcionales
  • Servicios de adoración inspiradores
  • Grupos pequeños holísticos
  • Evangelismo orientado a la necesidad
  • Relaciones de amor

Schwarz fue aún más allá al decir: “Si tuviéramos que identificar algún principio como ‘el más importante’— aunque nuestro estudio muestra que es importante la interacción de todos los elementos básicos—entonces, sin duda alguna sería la multiplicación de grupos pequeños.”[6]

Muchos leyeron ésto y vieron a los grupos pequeños como la respuesta para tener una iglesia saludable. Desde la publicación de Natural Church Development (Desarrollo Natural de la Iglesia) otros estudios han demostrado que las iglesias basadas en células son estadísticamente más saludables en todas las ocho categorías que aquellas que no lo son.[7]

Estas estadísticas son alentadoras, pero ¿serán lo suficiente para sostener a un ministerio de grupos pequeños a lo largo del tiempo? ¿Acaso proveen los fuertes rieles fundacionales necesarios para seguir adelante en el ministerio de la iglesia celular cuando se presenten los obstáculos, cuando no se dé el crecimiento de la iglesia, y cuando un método nuevo y más fácil se presente? El estudio de Schwarz puede que sea una motivación para iniciar en el ministerio celular, pero ¿podrá el argumento de la salud de la iglesia sostenerlo a lo largo del tiempo?

Revelación Espiritual

Algunos pastores desarrollaron el ministerio de la iglesia celular debido a un encuentro espiritual con Dios. Por ejemplo, Larry Stockstill escribió acerca de su encuentro en el primer capítulo de su libro The Cell Church (La iglesia Celular).[8] Él sintió que Dios le decía que dos cosas venían a América: cosecha y hostilidad, y que la manera de prepararse para esta cosecha y esta hostilidad era a través de las células. Esta experiencia lo condujo a descubrir el poder de los grupos celulares como una manera para lidiar con la cosecha y hostilidad que vendrían.

El libro de Stockstill me fue de mucha inspiración y me proveyó de muchas valiosas percepciones para la travesía de Bethany World Prayer Center (Centro de Oración Mundial Betania) al irse convirtiendo en iglesia celular. De acuerdo a este libro, pareciera que la palabra directa de Dios para la Iglesia Bethany era la justificación principal para el ministerio de grupo celular.

Muchos pastores han escuchado a Dios hablándoles directamente, y por esta razón inician su travesía con la iglesia celular. Pero, ¿es ésto suficiente para sostenerlos con el pasar del tiempo? ¿Qué sucederá cuando vengan las tormentas? Yo sí creo que Dios nos habla hoy directamente, y necesitamos estar escuchándolo constantemente, para obtener dirección y para renovar nuestra visión. Pero, una vez más, ¿es la iluminación espiritual suficiente para continuar en la travesía de la iglesia celular?

Todos Tienen Grupos Pequeños

Robert Wuthnow y George Gallup, Jr. han sido fundamentales en el estudio del resurgimiento de grupos pequeños a lo largo de los Estados Unidos. Ellos estiman que setenta y cinco millones de adultos en los Estados Unidos participan en algún tipo de grupo pequeño.[9] Estos grupos pequeños incluyen tanto a los grupos de la iglesia (ej. estudios bíblicos, escuela dominical, grupos celulares) como a los grupos que no son de la iglesia (ej. grupos de apoyo, grupos de recuperación). Uno de cada seis de esas setenta y cinco millones de personas son miembros nuevos de grupos pequeños; revelando así que al menos en los Estados Unidos, el movimiento de los grupos pequeños está vivito y coleando.[10]

Lyle Schaller ha notado la explosión de interés sobre el grupo pequeño, en los Estados Unidos. Después de haber hecho un listado de veinte innovaciones en la iglesia americana moderna, Schaller dice: “…quizás lo más importante es la decisión de decenas de millones de adolecentes y de adultos de darle alta prioridad personal a la participación semanal en grupos de oración, y en estudios bíblicos continuos y profundos dirigidos por laicos.”[11]

Obviamente muchas personas están participando en los grupos pequeños. Pero, ¿es este un fundamento fuerte? Algunos pastores no están al tanto de los valores que apoyan su filosofía de ministerio y terminan escogiendo la estrategia más popular del momento. “Claro que estoy trabajando con grupos pequeños,” dice el pastor. Sin embargo si esta es la motivación, es tan fácil dejarlo como unirse al grupo.

La Teología Engendra la Metodología

Si deseas permanecer por un largo tiempo, tu metodología de grupo celular debe descansar sobre un fundamento teológico seguro. Nadie entendió ésto mejor que el principal pionero del pensamiento de la iglesia celular, Ralph Neighbour. El tiene toda una sección en su libro Where Do We Go From Here? (Y de aquí, ¿hacia Dónde Vamos?) titulada “Theology Breeds Methodology” (La Teología Engendra la Metodología). Él siempre iniciaba sus conferencias celulares con una charla sobre el tema. Él ha observado una resistencia hacia sus convicciones celulares centrales; pero hasta este día, incluso a sus ochenta años, continúa viajando alrededor del mundo ayudando a establecer iglesias celulares.

Bill Beckham, también cree que una iglesia o pastor nunca deben cambiar una estructura hasta que hayan cambiado los valores. Los valores de los que habla Beckham son los bíblicos. Los valores teológicos deben guiar la metodología. El fundamento bíblico debe guiar todo lo que hacemos y decimos.

Casi Bíblico

Creo que la mayoría que lee este libro está de acuerdo conmigo. Usted aún tal vez piense que estoy “gastando tinta,” pero, permítame hacerle esta pregunta: ¿Qué tipo de fundamento bíblico es aquel que está fundado sobre la roca? Podrá sorprenderle saber que muchos fundamentos que parecen bíblicos terminan siendo de arena. Permítame identificar algunos de estos:

Idealismo Bíblico

Sin duda el pasaje más utilizado para justificar el enfoque basado en células es Hechos 2:42-46:

Se mantenían firmes en la enseñanza de los apóstoles, en la comunión, en el partimiento del pan y en la oración. Todos estaban asombrados por los muchos prodigios y señales que realizaban los apóstoles. Todos los creyentes estaban juntos y tenían todo en común: vendían sus propiedades y posesiones, y compartían sus bienes entre sí según la necesidad de cada uno. No dejaban de reunirse en el templo ni un solo día. De casa en casa partían el pan y compartían la comida con alegría y generosidad.

Este maravilloso texto le ha ayudado a la iglesia a comprender la conexión entre las células y la celebración[12] en la iglesia de Jerusalén. Sin embargo, no es suficiente fundamento bíblico para llevar a la iglesia a través de las tormentas del ministerio.

A menudo las Iglesias con nostalgia, esperanzas y sueños sostienen esta idea y proclaman algo como lo siguiente: “Si sólo nos reunimos en grupos pequeños, adoramos en los fines de semana, y oramos fuertemente, la iglesia no será capaz de manejar todos los bautismos.” Pero, al cabo de uno o dos años, nada en realidad cambia, la gente se desilusiona, y los líderes pasan a considerar otra idea.

Tenemos que tener cuidado de no erigir modelos completos a partir de unos cuantos pasajes del Nuevo Testamento. Le he guardado aprecio a mi colega, Brian McLemore, un traductor de la Biblia del World Bible Translation Center (Centro Mundial de Traducción de la Biblia), quien gentilmente ha revisado muchos de mis libros antes de imprimirlos. Brian constantemente desafía mi dogmatismo y mi pensamiento preconcebido, específicamente con relación a extraer un exacto modelo de de iglesia celular de las páginas de la Escritura. En realidad, lo mejor que podemos hacer es sacar de la Biblia principios para las iglesias celulares.

Debemos recordar que la frase “iglesia celular” es un término técnico para una aplicación diaria y particular de principios bíblicos, y no la práctica exacta del Nuevo Testamento. La iglesia primitiva jamás utilizó el término ministerio de la iglesia celular.

Sin embargo, podemos discernir un patrón descriptivo de grupos grandes y pequeños. Pablo predicó públicamente y de casa en casa. Los discípulos del principio se reunían para escuchar las enseñanzas públicas del apóstol, pero también se reunían en los hogares para confraternizar, tomar la cena del Señor, y para crecer espiritualmente.

Con toda honestidad, yo no creo que Dios haya dado un exacto patrón normativo en el Nuevo Testamento llamada iglesia celular. Después de todo, la iglesia primitiva se reunía todos los días en el templo y en las casas. Si quisiéramos hablar de un patrón de celebración de célula de una vez por todas tendríamos que preguntarnos, ¿debería reunirse la iglesia local todos los días? Y pocas personas estarían de acuerdo con ésto. Ya es lo suficientemente difícil reunirse para la celebración de cada domingo.

Tal como lo veremos, en el Nuevo Testamento los cristianos se reunían en iglesias que estaban en las casas y algunas veces esas iglesias en las casas sostenían celebraciones juntas. En otras palabras, había una conexión entre las iglesias en las casas. Hoy en día las iglesias celulares modernas conectan las células con la celebración. Algunas iglesias celulares son muy estructuradas, mientras que otras iglesias celulares son más sencillas y conectan la célula con la celebración con menos frecuencia.

A menudo leemos la Biblia en busca de una ilusoria “píldora mágica,” que hará a la iglesia funcionar y crecer como lo hizo en los tiempos primitivos. Pero las reuniones en las casas y en el templo no hacen que todo mejore automáticamente.

Descontextualizando

Otra manera de explorar fundamentos bíblicos es a través de la búsqueda de textos fuera de contexto que estipulen cómo debemos reunirnos.[13] Por supuesto, el Nuevo Testamento contiene muchos textos que hablan sobre iglesias que se reunían en hogares:

  • Hechos 12:12: Cuando cayó en cuenta de esto, fue a casa de María, la madre de Juan, apodado Marcos, donde muchas personas estaban reunidas orando.
  • Hechos 20:20: Ustedes saben que no he vacilado en predicarles nada que les fuera de provecho, sino que les he enseñado públicamente y en las casas.
  • Romanos 16:3-5: Saluden a Priscila y a Aquila, mis compañeros de trabajo en Cristo Jesús… Saluden igualmente a la iglesia que se reúne en la casa de ellos.
  • 1 Corintios 16:19: Las iglesias de la provincia de Asia les mandan saludos. Aquila y Priscila los saludan cordialmente en el Señor, como también la iglesia que se reúne en la casa de ellos.
  • Colosenses 4:15: Saluden a los hermanos que están en Laodicea, como también a Ninfas y a la iglesia que se reúne en su casa.
  • Filemón 2: a la hermana Apia, a Arquipo nuestro compañero de lucha, y a la iglesia que se reúne en tu casa

Todas las cartas del Nuevo Testamento fueron escritas a las iglesias en las casas del primer siglo. Algunas personas insisten que cualquier cosa que no siga este patrón de reunirse en los hogares no es bíblico.

Aunque podamos decir que la iglesia primitiva se reunía en las casas, no somos sabios al tratar de construir un patrón exacto para cada iglesia moderna. A esto es a lo que llamo descontextualizar por que no existe un patrón absoluto para las iglesias en las casas. No podemos copiar la receta exacta para la frecuencia de reunión o la cultura exacta de la iglesia primitiva. Roger Gehring dice:

Se debe tener en cuenta el intervalo de tiempo que separa al Nuevo Testamento de nuestra situación actual, y nuevamente aquí debemos distinguir geográficamente: el antiguo oikos como familia extensiva que incluía esclavos, trabajadores y clientes, con su significado fundamental para la sociedad y la economía, el cual ya no existe como tal ahora en día, por lo menos ya no en el mundo occidental. El término que utilizamos hoy para familia ya no es sinónimo con el antiguo término de familia[14]

Dennis McCallum, pastor general de Xenos Christian Fellowship (Confraternidad Cristiana Xenos), dice: La escritura nunca nos manda tener nuestras reuniones en los hogares…”[15] McCallum continua diciendo, “Nosotros podemos reunir algunos argumentos buenos y de sentido común sugiriendo que podría ser una buena idea.”[16]

En vez de utilizar textos fuera de su contexto, nosotros debemos realizar el duro trabajo de poner las piezas a que encajen y llenar algunos vacios para definir los principios de la iglesia actual. La manera de reunirse de la iglesia primitiva era parte de su naturaleza, tanto que sus escritos no nos dan mucha información acerca de cómo en realidad funcionaban las iglesias.

Buscando el Sagrado Sistema de Numeración de Dios

Hace algunos años el número doce se convirtió en algo importante en los círculos de la iglesia celular. Muchos líderes de iglesias le dieron al número doce una gran importancia teológica, diciendo que había una especial unción alrededor de este número. Si podía desarrollar doce líderes, alcanzaría un lugar de bendición espiritual. De hecho la Misión Carismática Internacional en Bogotá, Colombia, afirmaba encontrar a través de la Biblia un significado especial para el número doce.

Si fuera a visitar la Misión Carismática Internacional, vería estandartes colgando del cielo, proclamando el número doce. Todos los líderes de célula están buscando sus doce discípulos. El pastor Castellanos testifica que la visión del gobierno de doce discípulos le fue dada por El Señor como una revelación directa.[17]

El número doce no es el único número que tiene mucho peso en la Biblia. Hubo tres discípulos que tuvieron una intimidad especial con Jesús, la resurrección de Jesús tuvo lugar en el tercer día, y hubo tres cruces en el Calvario. Dios creó los cielos y la tierra en siete días y el año sabático ocurría cada siete años. El día de la expiación ocurría en el séptimo mes. El siete significaba cumplimiento y perfección. El número diez lo que se ha completado, como es ilustrado en los Diez Mandamientos. El cuarenta está asociado con los poderosos hechos de Dios en la historia de Israel y la Iglesia.

Aunque se le conceda cierta importancia a algunos números en la Biblia, el Nuevo Testamento no provee evidencia alguna que los apóstoles u otros líderes de la iglesia le dieran importancia a un número específico de discípulos escogidos dentro de una iglesia. En Hechos, el libro histórico del Nuevo Testamento, no encontrará a los apóstoles buscando diligentemente a doce discípulos que siguieran el patrón de los doce discípulos de Jesús. Para aplicar una importancia teológica a un determinado número de discípulos en la iglesia hoy, habría necesidad de encontrar muchos más ejemplos de esta práctica en la Biblia. Yo no encuentro una razón para idealizar el número doce en el libro de los Hechos o en las Epístolas. Además, esta idea se encuentra ausente de la historia de la iglesia durante dos mil años de reflexión teológica.

Grupos Pequeños como una Opción Secundaria

A través de los años, la mayor parte de las tradiciones de la iglesia han llegado a la conclusión que dado que el Nuevo Testamento no nos da instrucciones específicas acerca de cómo debe funcionar la iglesia, a nosotros se nos deja descifrar cuáles son las mejores opciones respecto a lo que funciona o a lo que no funciona en culturas específicas.

Como resultado, la mayoría ha encontrado más fácil enfocar sus energías en hacer que la gente asista al servicio de adoración semanal del grupo grande. Cuando el escritor de Hebreos declara, “No dejemos de congregarnos” (Hebreos 10:25), los predicadores hablan de la importancia de asistir a los servicios del día domingo.

Sin embargo cuando el escritor a los Hebreos escribió esas palabras, él no se estaba imaginando lo que muchos entienden por iglesia en el sentido de los tiempos modernos.

Muchos ahora, tienen la visión de un servicio de adoración, con una serie de alabanzas escogidas, un sermón, y algún tipo de invitación a responder. Otros leen de un libro de oraciones que tienen en común y sirven la comunión en el altar. El escritor a los Hebreos, sin embargo, estaba pensando en algo mucho más orgánico, relacional, e informal—el entorno de una iglesia en una casa.

Los grupos pequeños no son algo nuevo en la iglesia. Los grupos pequeños no son sólo para la iglesia celular o para la estructura de la iglesia basada en células. La historia de la iglesia revela que los grupos pequeños han sido cruciales para la vida de la iglesia por largo tiempo. No obstante, los grupos pequeños han sido una opción secundaria, y no la base de la vida de la iglesia. La mayoría de líderes elevan al grupo grande como primario, y al grupo pequeño como opcional. Los escritores del Nuevo Testamento estaban pensando en la iglesia de una manera muy diferente a como nosotros lo hacemos hoy.

Un Fundamento Seguro

Entonces, ¿cómo podemos abrazar un fundamento que funcione muy bien bajo la lluvia y el viento? Permítame decir por adelantado que ésto requerirá un poco de pensamiento y reflexión. Tenemos que entender el contexto en que se escribió la Biblia. Debemos resistir la tentación de tener nuestras preguntas pragmáticas contestadas. Esto nos obligará a reducir la velocidad y a escuchar.

Mientras hacía trabajo de investigación para escribir este libro, muchas de mis ideas preconcebidas desaparecieron, y comencé a observar patrones y principios que se relacionaban en el Antiguo y en el Nuevo Testamento. Las historias bíblicas comenzaron a moldear y a darle forma a mi pensamiento. Esto produjo en mí que ahondara cada vez más y más en la cosmovisión de la iglesia del Nuevo Testamento para luego aplicarla a la iglesia actual.

El proceso fue similar cuando fui por primera vez a Ecuador como misionero. Mi esposa y yo habíamos escrito ensayos sobre la cultura latinoamericana. Luego vivimos por un año con una familia costarricense en San José, Costa Rica. Todo este tiempo estuvimos probando y ajustando nuestra base teórica que teníamos del estudio anterior. Cuando arribamos a Ecuador, hicimos más ajustes, más correcciones en el camino, y eventualmente comenzamos a comprender los valores fundamentales de los ecuatorianos. Después de un tiempo la forma de vida ecuatoriana se convirtió para nosotros en algo muy natural.

Así es como desarrollaremos un fundamento seguro. En los siguientes capítulos, estudiaremos la naturaleza de Dios y luego descubriremos cómo la naturaleza de Dios inunda su creación y finalmente el carácter y función de la iglesia.

Notas

[4]Rick Warren, The Purpose-Driven Church (Una Iglesia con Propósito): Growing without Compromising Your Message and Mission (Creciendo sin comprometer su Misión y Mensaje) (Grand Rapids, MI: Zondervan, 1995), p. 17.

[5] Christian Schwarz, Natural Church Development (Desarrollo Natural de la Iglesia) (Carol Stream, IL: Church Smart Resources [Recursos Inteligentes de la Iglesia], 1996).

[6] Ibid. p. 33.

[7] Un estudio comparando los puntajes de Natural Church Development (Desarrollo Natural de la Iglesia) de iglesias celulares y de iglesias no-celulares mostró que las iglesias celulares en general obtuvieron puntajes más altos en todas las áreas que las iglesias no celulares. Los puntajes combinados de las iglesias celulares promediaron 59 mientras que los puntajes combinados de las Iglesias no-celulares promediaron 45. Se puede obtener más información sobre este estudio en: http://www.joelcomiskeygroup.com/articles/churchLeaders/cellChurchStudy.htm

[8] Larry Stockstill, The Cell Church (La Iglesia Celular) (Ventura, CA: Regal Books [Libros Regal], 1998), p. 13.

[9] Robert Wuthnow, I Come Away Stronger: How Small Groups Are Shaping American Religion (Salgo más Fuerte: Cómo Los Grupos Pequeños están Moldeando la Religión Americana)(Grand Rapids, MI: Eerdmans, 1994), p. 370

[10] Ibid. p. 371.

[11] Lyle E. Schaller, The New Reformation: Tomorrow Arrived Yesterday (La Nueva reforma: El Mañana llegó Ayer) (Nashville, TN: Editorial Abingdon, 1995), p. 14.

[12] Cuando utilizo en este libro la palabra celebración, me estoy refiriendo a la reunión del grupo grande para adorar y escuchar la palabra de Dios. La mayoría de servicios de celebración ocurren los domingos, pero algunas Iglesias tienen su reunión del grupo grande en diferentes días de la semana.

[13] Descontextualizar, es la práctica en la que se utiliza la Escritura sola (sin tener en cuenta el contenido original) para apoyar una posición sostenida con anterioridad.

[14] Roger W. Gehring, House Church and Mission (Iglesia en la Casa y Misión): The Importance of Household Structures in Early Christianity (La Importancia de las Estructuras de Famila en el Cristianismo Primitivo) (Peabody, MA: Hendrickson, 2004), p. 301.

[15] Dennis McCallum, Members of One Another (Miembros Unos de Otros)(Columbus, OH: New Paradigm [Nuevo Paradigma], 2010), p. 119.

[16] Ibid., p. 119.

[17] César Castellanos predicó que las doce piedras que Elías utilizó para construir el sacrificio a Jehová fue la clave para que Dios le contestara su oración (Claudia & César Castellanos, audio cassette, Como influir en otros, enero 2002, conferencia en Bogotá). Castellanos dice, “El modelo de los doce restaura el altar de Dios que está en ruinas”

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