Radio: un universo publicitario poco reconocido

Cinco años consecutivos de levantamiento de la Encuesta Nacional Sobre la Disponibilidad y Uso de las Tecnologías de la Información en los Hogares, levantada por el Inegi, que preside Julio Santaella, y el copatrocinio del Instituto Federal de Telecomunicaciones, que preside Adolfo Cuevas, y la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, que lleva Jorge Arganis, son un reflejo de que lo que se mide se puede siempre mejorar.

Entre 2015 y 2020, el número de mexicanos usuarios de internet creció en casi 22 millones, pero el 25% de la población no está conectada. Ése es el desafío que en materia de uso de las TIC’s tiene. El desafío de la 4T es lograr que la penetración de los servicios digitales y de internet alcance mejores resultados en personas de 35 años y más, y que el país cuente con infraestructura suficiente para que la penetración sea homogénea en estados como Zacatecas, Oaxaca, Chiapas y Guerrero, que están muy por debajo de la media nacional, ya sea por penetración de internet fijo o móvil.

Aspirar a una penetración superior al 90% es posible, pero requiere visión de futuro e incentivos reales para dejar de considerar el obsoleto cable de guarda de la CFE y sus hoteles como un activo del S. XXI, lo mismo que modificar la política fiscal que genera un encaje innecesario al uso eficiente del espectro y sobrecarga los cables de la telaraña eléctrica de la CFE para expandir la oferta de internet.

Otro desafío es lograr un mayor alfabetismo digital, pues el hecho de que la población de 45 a 55 años, o más, tenga un rango de conexión a internet por debajo de la penetración nacional del 72%, tiene que ver con que han entregado el dispositivo a menores de edad para conectarlos al sistema educativo a distancia por la pandemia y, pese a que el acceso a tecnología de punta (smart TV’s o smartphones) resulta caro, lo mismo que la factura.

Un dato novedoso de la ENDUTI 2020 es que, por primera vez, incluye una consulta para los entrevistados sobre la escucha de radio en México, y si bien no se incorpora de forma diferenciada en el uso de internet (pues, sólo en la pandemia, el uso de multiplataformas que incluyen radio digital o apps para escuchar radio por internet creció en 14%), la encuesta del Inegi establece que son usuarias de radio 41.0 millones de personas (35.1% de los habitantes de 6 o más años) y escuchan la programación 2.57 horas, en promedio, a la semana.

De los usuarios de radio, 82.8% escucha programas de entretenimiento, 64.3% escucha noticiarios y 21.1% escucha programas relacionados con deportes. Mucha data, esperamos que surja de ella ¡mejor política pública!

DE FONDOS A FONDOS

#PuraGrilla… Eso es lo que hay en Petróleos Mexicanos, que comanda Octavio Romero: pura grilla entre equipos confrontados que se ocupan de especular sobre la lentitud en la renovación de la dirigencia sindical y los chismes de pasillo. ¿La última? La incorporación de Elvira Daniel, exdirectora del Cenagas, a labores profesionales en Pemex, lo cual es, sencillamente, falso.

De hecho, entre Daniel y Romero Oropeza no hay ni trato cordial porque no se ven. De la famosa empresa que va y viene en las notas de prensa —y que dicen que filtró la SFP y la Sener al Reforma en 2019, en la que dicen que participan los hijos de ambos y hacen negocios con la empresa, les ha faltado comunicar que la formaron hace 15 años, nunca vendieron focos de neón a sus amigos y hace 10 años que ésta dejó de operar—. O sea, pura guerra sucia.

En Pemex bien deberían centrarse en lo prioritario: los retos de producción, porque han logrado detener la declinación e incrementar a 1.7 millones de barriles diarios la producción, pero tienen retraso en la habilitación de las refinerías (a estas alturas, la promesa de que hasta Tula tendría coquizadora ha sido letra muerta), en los plazos de la refinería de Dos Bocas y su puesta en marcha, los factores exógenos que inciden en la percepción de riesgo y la deuda de la empresa, o la viabilidad financiera del pasivo pensionario. Es increíble que la empresa más importante de América Latina se debata entre radio pasillos y el silencio “institucional”.