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Preguntas frecuentes sobre el euro digital

Actualizado el 14 de febrero de 2024

P1. ¿Por qué necesitaría Europa un euro digital?

La digitalización está cambiando la forma en que pagamos. El uso de efectivo para realizar pagos está disminuyendo y la pandemia de coronavirus (COVID-19) ha acelerado la transición hacia las compras online y los pagos digitales. Un euro digital sería una forma electrónica de efectivo para un mundo digitalizado. Daría a los consumidores la posibilidad de utilizar dinero de banco central en formato digital, como complemento de los billetes y de las monedas.

Un euro digital facilitaría la vida de los ciudadanos ofreciendo algo que no existe en la actualidad: un medio de pago digital universalmente aceptado en toda la zona del euro, para los pagos en tiendas, en Internet y de particular a particular. Al igual que el efectivo, un euro digital no tendría riesgos, sería ampliamente accesible, fácil de utilizar y gratuito para sus funciones básicas.

Además, reforzaría la autonomía estratégica y la soberanía monetaria de la zona del euro, al mejorar la eficiencia del ecosistema europeo de pagos en su conjunto, fomentar la innovación y aumentar su resiliencia frente a posibles ciberataques o disrupciones técnicas, como cortes de electricidad.

Más información sobre por qué necesitamos un euro digital.

P2. ¿Cómo podría contribuir un euro digital a la autonomía estratégica de Europa?

Un euro digital ofrecería una solución de pagos paneuropea, disponible en toda la zona del euro y sujeta a la gobernanza europea. Por tanto, podría contribuir a reducir la dependencia europea de los proveedores de pagos privados de fuera de Europa, actuando como contrapeso a su posición dominante en el mercado. A su vez, un euro digital haría que el panorama de pagos europeo fuera más competitivo e innovador, proporcionando una plataforma que permitiría a los proveedores de servicios de pago ofrecer soluciones paneuropeas propias.

En general, el éxito de un euro digital podría convertir a Europa en líder mundial de las finanzas digitales y de las monedas digitales de banco central.

P3. ¿Un euro digital sustituiría al efectivo?

No. Sería un complemento del efectivo, no un sustituto. Un euro digital existiría en paralelo al efectivo en respuesta a la creciente preferencia de los consumidores por pagar digitalmente, de manera rápida y segura. El efectivo seguiría estando disponible en la zona del euro, al igual que otros medios de pago electrónicos privados que se utilizan actualmente.

P4. ¿Sería un euro digital una moneda alternativa en el Eurosistema?

No, sería otra forma de pagar en euros, nuestra moneda única, en Europa. Sería convertible a la par con los billetes. Un euro digital respondería a la creciente preferencia de los ciudadanos y de las empresas por los pagos digitales.

P5. ¿En qué estado se encuentra actualmente el proyecto del euro digital?

Tras una fase de investigación de dos años, el Consejo de Gobierno del BCE decidió pasar a una fase de preparación, que comenzó el 1 de noviembre de 2023.

La fase de preparación consta de dos etapas: la primera comenzó el 1 de noviembre de 2023 y durará dos años. Sobre la base de los resultados de la primera etapa y de la evolución del proceso legislativo, el Consejo de Gobierno decidirá si pasar a una segunda etapa y, en su caso, definiría su alcance y duración.

El objetivo de la fase de preparación es seguir desarrollando y probando un euro digital, en consonancia con las opciones de diseño y los requisitos técnicos definidos durante la fase de investigación.

La fase de preparación permitiría llevar a cabo los análisis, pruebas y experimentación necesarios, y consultar a las partes interesadas, a fin de asegurar que el euro digital cumpla los niveles más elevados de calidad, seguridad y facilidad de uso.

El inicio de la fase de preparación constituye un paso significativo, pero no determina ninguna decisión del Consejo de Gobierno sobre la emisión de un euro digital. Esta decisión solo puede considerarse una vez que se haya adoptado la legislación pertinente.

P6. ¿Cómo participan en el proceso los legisladores europeos?

El 28 de junio de 2023, la Comisión Europea presentó un proyecto de propuesta legislativa para un posible euro digital. El objetivo es garantizar que un posible euro digital ofrezca a particulares y empresas una opción adicional de pago digital utilizando una forma de dinero de banco central ampliamente aceptada, barata, segura y resiliente en cualquier lugar de la zona del euro.

Ambos procesos —el legislativo y el de diseño— avanzarán en paralelo para que el Eurosistema pueda emitir rápidamente un euro digital, siempre y cuando la decisión se estime oportuna una vez que se haya adoptado el marco legislativo pertinente.

El Eurosistema estudiará todos los ajustes necesarios de las opciones de diseño de un euro digital que pudieran surgir de las deliberaciones legislativas. El BCE también está preparado para proporcionar el apoyo y la asistencia técnica necesarios durante el proceso legislativo.

El Consejo de Gobierno no decidirá sobre la emisión de un euro digital hasta que se haya adoptado el acto jurídico.

P7. ¿Quién participa en el proyecto de un euro digital?

El Eurosistema —integrado por el BCE y los bancos centrales nacionales de la zona del euro— debe garantizar que el euro digital responda a las necesidades de los usuarios. Por ello, el Eurosistema coopera estrechamente y mantiene contactos periódicos con autoridades, legisladores, participantes en el mercado y organizaciones de la sociedad civil. La contribución de los grupos focales, como foros para escuchar directamente las opiniones y preferencias de los ciudadanos, también ha sido de gran valor.

Estos contactos tienen lugar en diversos contextos, como el Consejo de Pagos Minoristas en Euros, que reúne a todos los interesados del mercado de pagos y está presidido por el BCE, o el Grupo Consultivo de Mercado, compuesto por expertos que prestaron asesoramiento sobre el diseño y la distribución de un euro digital durante la fase de investigación.

Asimismo, el BCE participa regularmente en las reuniones del Eurogrupo con los ministros de Finanzas de los países de la zona del euro y comparece periódicamente ante el Parlamento Europeo para presentar las últimas novedades del proyecto a los legisladores europeos. También organiza seminarios con organizaciones europeas de la sociedad civil para conocer sus puntos de vista.

P8. ¿Quién podría utilizar un euro digital?

Como se indica en la propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea, un euro digital se pondría a disposición de personas, empresas y entidades públicas que residan o estén establecidas de forma temporal o permanente en un país de la zona del euro.

También quienes viajan a la zona del euro por motivos personales o profesionales, o hayan residido o estado establecidos en el pasado en un país de la zona del euro, podrían tener acceso al euro digital.

Además, los ciudadanos, las empresas y las entidades públicas residentes o establecidas fuera de la zona del euro podrían tener acceso al euro digital abriendo una cuenta en euros digitales con proveedores de servicios de pago establecidos o que operen en un país miembro del Espacio Económico Europeo[1] o en un tercer país, con arreglo a un acuerdo previo celebrado entre la UE y terceros países y/o entre el Banco Central Europeo y los bancos centrales nacionales de Estados miembros no pertenecientes a la zona del euro y de terceros países.

P9. ¿Por qué querrían los consumidores utilizar un euro digital?

Un euro digital sería una solución de pago que podría utilizarse en cualquier ocasión, momento y lugar de la zona del euro. Sería un medio de pago digital universalmente aceptado que los consumidores podrían utilizar gratuitamente en las tiendas, en Internet o de particular a particular. Ofrecería la opción de pagar digitalmente, utilizando un medio de pago público, que estaría disponible tanto online como offline.

Su diseño proporcionaría un nivel de privacidad superior al de otros métodos de pago digitales. El Eurosistema no podría identificar a personas sobre la base de sus operaciones. Solo el ordenante y el beneficiario conocerían los datos personales de los pagos offline con euros digitales.

Un euro digital sería seguro y fácil de utilizar y trataría de promover la inclusión financiera digital garantizando que nadie se quede atrás. Un euro digital respondería a las necesidades de las personas con discapacidad y de quienes no dispongan de una cuenta bancaria o no tengan conocimientos digitales o financieros.

Para asegurar que un euro digital sea utilizable y accesible en toda la zona del euro, el proyecto de propuesta legislativa presentado por la Comisión Europea prevé su aceptación obligatoria por los comerciantes y su distribución obligatoria por los intermediarios supervisados a sus clientes.

P10. ¿Qué ventajas aportaría un euro digital a los comerciantes?

Un euro digital sería una solución auténticamente paneuropea, aceptada en toda la zona del euro. Podría ofrecer una alternativa más sencilla y más barata al actual panorama de pagos fragmentado en el que operan los comerciantes. Estos se encontrarían en una posición más ventajosa para negociar mejores condiciones con los proveedores de soluciones de pago y reducir sus propios costes. Estos costes más bajos podrían trasladarse a los clientes.

Gracias a un euro digital, los comerciantes también podrían beneficiarse de unas tasas de conversión más elevadas. Esto es especialmente importante para las compras en Internet, ya que es menos probable que los clientes dejen de realizar una compra si están familiarizados con el instrumento de pago. Además, un euro digital también permitiría a los comerciantes recibir pagos de forma inmediata sin costes adicionales.

P11. ¿Qué ventajas aportaría un euro digital a los intermediarios?

Los intermediarios supervisados, como los bancos, tendrían un papel fundamental en la distribución de un euro digital. Serían el punto de contacto principal para particulares, comerciantes y empresas en todas las cuestiones relacionadas con el euro digital y prestarían todos los servicios de usuario final.

Un euro digital permitiría a los intermediarios llegar de forma inmediata a toda la zona del euro, a diferencia de la mayoría de las soluciones privadas, que suelen centrarse en mercados nacionales específicos. Por tanto, un euro digital podría servir de plataforma para promover una mayor innovación y competencia entre los intermediarios en los crecientes mercados de comercio electrónico y pagos digitales en toda la zona del euro.

Un euro digital también podría ofrecer oportunidades de negocio adicionales a los intermediarios. Por ejemplo, como propone el Eurosistema, si los comerciantes de fuera de la zona del euro desearan operar en euros digitales, necesitarían una cuenta con un proveedor de servicios de pago de la zona del euro.

Además, el modelo de compensación en euros digitales contemplado actualmente en el proyecto de propuesta legislativa de la Comisión Europea ofrece a los intermediarios incentivos económicos comparables a otros medios de pago digitales. A este respecto, un euro digital también abre la puerta a que los intermediarios inviertan en otros servicios de valor añadido para sus clientes.

P12. ¿Tendrían que pagar los ciudadanos por utilizar un euro digital?

El euro digital sería un bien público. En consecuencia, su uso básico sería gratuito para quien quisiera utilizarlo.

No obstante, los intermediarios supervisados, incluidos los bancos, podrían utilizar las funcionalidades básicas de un euro digital como punto de partida para seguir desarrollando sus propias plataformas o soluciones. Por tanto, podrían ofrecer a sus clientes otros servicios de valor añadido y cobrar por ello.

P13. ¿Cómo funcionaría un euro digital?

Un euro digital permitiría a los ciudadanos efectuar pagos inmediatos y seguros en tiendas físicas y electrónicas, y entre particulares, independientemente del país de la zona del euro en el que estén o del proveedor de servicios de pago con el que tengan una cuenta. El BCE está estudiando actualmente su posible funcionamiento en la práctica.

Por ejemplo, el Eurosistema desarrollaría una aplicación específica del euro digital a la que todos pudieran acceder en igualdad de condiciones. Alternativamente, los intermediarios, incluidos los bancos, podrían integrar los servicios en euros digitales en sus aplicaciones actuales, con las que sus clientes ya están familiarizados. En cualquier caso, las personas sin acceso a una cuenta bancaria o a dispositivos digitales también podrían pagar con euros digitales utilizando una tarjeta física ofrecida por intermediarios públicos, como las oficinas de correos.

Un euro digital ofrecería funcionalidades tanto online como offline, en previsión de situaciones con conectividad limitada. Cuando los pagos en euros digitales se realicen offline, solo el ordenante y el beneficiario conocerían los datos personales de la operación.

Más información sobre cómo funcionaría un euro digital.

P14. ¿Cuál sería el nivel de privacidad de un euro digital?

La privacidad es una de las características más importantes del diseño de un euro digital. El Eurosistema no tiene interés en los datos personales ni en los hábitos de pago de las personas que efectúan pagos. El Eurosistema no podría identificar a personas sobre la base de sus operaciones.

Un euro digital permitiría efectuar pagos online sin compartir datos con terceros, a menos que sea necesario para impedir actividades ilícitas, de acuerdo con la legislación europea.

Los pagos offline en euros digitales proporcionarían un nivel de privacidad aún mayor. Solo el ordenante y el beneficiario conocerían los datos personales de las operaciones. Al igual que en los pagos online, no intervendría ningún tercero a menos que fuera necesario para evitar fraudes.

P15. ¿Cómo garantizaría el BCE que un euro digital sea inclusivo?

Un euro digital sería un bien público, al igual que lo son actualmente los billetes y las monedas, pero en formato digital.

Su uso básico sería gratuito, a través de una aplicación para teléfonos móviles o de una tarjeta física, para quienes deseen utilizarlo. Un euro digital también funcionaría sin conexión a Internet, en caso de que los usuarios tuvieran una conectividad limitada.

La propuesta legislativa presentada por la Comisión Europea establece que las entidades de crédito que distribuyan un euro digital estarán obligadas a prestar servicios básicos para pagos en euros digitales si lo solicitan sus clientes.

Además, para garantizar que todos, incluidas las personas con discapacidad, con limitaciones funcionales o con capacidades digitales limitadas, así como los mayores, puedan pagar utilizando el euro digital, se designarán en cada país de la zona del euro entidades públicas, como las oficinas de correos. Estas entidades proporcionarían apoyo y acceso gratuitos a los servicios en euros digitales a las personas vulnerables a la exclusión financiera digital, por ejemplo, apoyo presencial y asistencia específica para abrir una cuenta en euros digitales y utilizar todos los servicios básicos en euros digitales. El acceso gratuito a los servicios básicos en euros digitales también se ofrecería a quienes no dispongan de cuenta bancaria.

Además, se prestará especial atención a la inclusión de grupos vulnerables, como personas sin domicilio fijo, solicitantes de asilo o beneficiarios de protección internacional.

Un euro digital estaría diseñado para satisfacer las necesidades de todos, y no dejaría a nadie atrás.

P16. ¿Sería un euro digital dinero programable?

Un euro digital nunca sería dinero programable.

El dinero programable es una forma digital de dinero prevista para un fin predefinido, como un vale, que puede usarse con limitaciones sobre el lugar, el momento y el beneficiario del pago.

Como también prevé la propuesta legislativa sobre el euro digital presentada por la Comisión Europea, un euro digital no sería dinero programable, pero podría facilitar los pagos automatizados si los usuarios desean utilizar esta función. Por ejemplo, un usuario podría ordenar un pago mensual automático para transferir instantáneamente euros digitales a familiares o amigos.

P17. ¿Se compensaría a los intermediarios por distribuir un euro digital?

El Eurosistema propone un modelo de compensación que crearía incentivos económicos justos para los proveedores de servicios de pago, como los bancos, para hacer frente a los costes operativos de la distribución de un euro digital.

Como ocurre actualmente con otros sistemas de pago, los proveedores de servicios de pago que distribuyan un euro digital podrían cobrar a los comerciantes por estos servicios. Las comisiones para comerciantes y proveedores de servicios de pago estarían sujetas a un límite máximo, como propone la Comisión Europea en su propuesta legislativa sobre el euro digital.

Al igual que para la producción y emisión de los billetes, el Eurosistema asumiría los costes de establecimiento del esquema y la infraestructura del euro digital. Asimismo, el Eurosistema trataría de reducir al mínimo los costes de inversión adicionales para los intermediarios reutilizando en la medida de lo posible las infraestructuras existentes.

P18. ¿Puede un euro digital suponer una amenaza para la estabilidad financiera al comprometer la capacidad de intermediación de los bancos?

Nuestro sistema financiero, cuyo núcleo es el sistema bancario, funciona correctamente, y el Eurosistema desea preservar el papel clave de los bancos a la hora de garantizar una provisión eficiente de crédito a la economía real.

El BCE reducirá al mínimo cualquier posible amenaza que un euro digital pueda plantear para el sistema financiero. En consecuencia, la cantidad de euros digitales que los usuarios podrían mantener en sus cuentas se limitará para evitar salidas de depósitos bancarios, incluso en momentos de crisis.

P19. ¿Cómo garantizaría el BCE que todos los ciudadanos puedan pagar con un euro digital de la misma manera en cualquier lugar de la zona del euro?

Los intermediarios supervisados se encargarían de distribuir un euro digital en la zona del euro. Para garantizar una aplicación uniforme, el Eurosistema está diseñando un esquema compuesto por un conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos para armonizar los pagos en euros digitales en toda la zona del euro, lo que asegura un alcance paneuropeo.

Este conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos está siendo elaborado por el Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento, en estrecha colaboración con los representantes del mercado, incluidos usuarios, minoristas e intermediarios.

P20. ¿Cómo se está desarrollando el conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos para un euro digital?

Para apoyar la elaboración del conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos para un euro digital, el Eurosistema ha creado un Grupo de Trabajo sobre Normas de Funcionamiento del esquema del euro digital, encargado de recabar comentarios del sector financiero, los consumidores y los comerciantes.

El grupo, integrado por expertos del Eurosistema y representantes del mercado con experiencia relevante, está trabajando sobre la base de las opciones de diseño para un euro digital que ya han sido aprobadas por el Consejo de Gobierno del BCE.

Además, se han creado una serie de líneas de trabajo específicas con el fin de elaborar determinadas secciones de las normas de funcionamiento que requieren conocimientos específicos.

P21. ¿Cuál será el ámbito de aplicación de las normas de funcionamiento del euro digital?

Las normas de funcionamiento del euro digital establecerán un conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos que los intermediarios supervisados tendrían que cumplir para la distribución de un euro digital. Estas reglas, prácticas y procedimientos abarcarán:

  • el modelo funcional y operativo de un euro digital (por ejemplo, flujos de extremo a extremo, requisitos básicos para los intermediarios supervisados, estándares mínimos de experiencia del usuario);
  • el modelo de adhesión al esquema (por ejemplo, criterios de admisión, obligaciones de los participantes, etc.);
  • los requisitos técnicos del esquema (por ejemplo, infraestructura de TI, implementación de la interfaz de programación de las aplicaciones, estándares técnicos, etc.);
  • los requisitos de gestión de riesgos;
  • las normas de gestión del esquema (por ejemplo, gobernanza del esquema, procesos de gestión de cambios, etc.).

P22. ¿Cuál sería la relación entre los pagos inmediatos y un euro digital?

En la actualidad, los consumidores rara vez tienen la opción de utilizar pagos inmediatos en las tiendas, lo que también significa que los comerciantes no reciben su dinero de inmediato. Un euro digital cambiaría esta situación y todos los pagos en euros digitales pasarían a ser inmediatos.

Si el conjunto único de reglas, prácticas y procedimientos para un euro digital se aprueba y, en consecuencia, se implanta, podrían seguir desarrollándose soluciones de pagos inmediatos para llegar a todos los países de la zona del euro, lo que reduciría la dependencia de las empresas privadas no europeas que dominan actualmente el sector de los pagos.

P23. ¿Se basaría un euro digital en una tecnología de registros distribuidos (distributed ledger technology) como blockchain?

El Eurosistema está experimentando diferentes tecnologías —tanto centralizadas como descentralizadas— para el desarrollo de un euro digital, incluidas las tecnologías de registros distribuidos. Sin embargo, todavía no se ha adoptado una decisión.

P24. ¿La introducción de un euro digital haría que los pagos en Europa fueran más vulnerables a los ciberataques?

Como ocurre con otras infraestructuras digitales, el euro digital podría ser objetivo de ciberataques. Para mitigar ese riesgo, en su diseño se utilizarían las últimas tecnologías para crear un entorno ciberresiliente y preparado para el futuro.

P25. ¿Cuál sería la diferencia entre un euro digital y las stablecoins y los criptoactivos?

Un euro digital sería dinero de banco central, es decir, estaría respaldado por un banco central y diseñado para satisfacer las necesidades de los usuarios. Por tanto, estaría libre de riesgos y respetaría la privacidad y la protección de datos. Los bancos centrales tienen el mandato de mantener el valor del dinero, con independencia de su forma física o digital.

La estabilidad y la fiabilidad de las stablecoins dependen en última instancia de la entidad que las emite así como de la credibilidad y aplicabilidad de su compromiso de mantener su valor a lo largo del tiempo. Además, los emisores privados podrían utilizar los datos personales para fines comerciales.

Dado que no existe una entidad reconocida responsable de los criptoactivos, los consumidores no pueden hacer valer sus derechos.

  1. El Espacio Económico Europeo está formado por los Estados miembros de la UE e Islandia, Liechtenstein y Noruega.