Pese a que sabía que el viento correría en su contra por sus relaciones políticas, Federico Martínez Urmeneta tenía varias aspiraciones en este sexenio: apostaba a que su constructora Tradeco obtuviera algunos de los contratos multimillonarios del Nuevo Aeropuerto de la Ciudad de México (NAICM), se aprestaba a crecer su presencia en el sector energético del país y hasta evaluó llevar, después de varios años de preparación, su empresa a la Bolsa Mexicana de Valores.

Pero el lunes pasado, el gobierno de Enrique Peña Nieto, a través de la Secretaría de la Función Pública, le cerró las puertas de forma definitiva: lo inhabilitó a participar en licitaciones públicas por un plazo de 30 meses, es decir, prácticamente lo que resta del sexenio.

El aviso publicado en el Diario Oficial de la Federación no detalla las razones por las que se inhabilitó a la empresa que preside Federico Martínez, pero el castigo tiene que ver con un contrato de cerca de 8 mil millones de pesos adjudicado a Tradeco Infraestructura y a Grupo Industrial IGSA –empresa que también fue vetada por un periodo de tres meses– en el 2014, el cual fue cancelado a finales del año pasado por incumplimientos en su desarrollo.

El principal negocio de Tradeco –conocida como la constructora favorita de Fox y Calderón–, es la obra pública, por lo que esta inhabilitación deja a la empresa en una situación crítica, sobre todo porque su estado financiero ya es delicado.

Pregunté a dos directivos del sector, cuyas empresas también participan en las licitaciones de obra pública para construir el NAICM, su punto de vista sobre el veto a Tradeco. “Por supuesto que tiene tintes políticos”, me respondió uno con la condición del anonimato; y el otro prefirió no emitir comentarios, debido a la relación de amistad que había tenido con Federico Martínez Salas, el padre del actual presidente de Tradeco, cuando trabajaron en ICA.

Justamente de esos lazos entre los Quintana y los Martínez fue que nació Tradeco en 1993. Un año antes, Federico Martínez, recién egresado de la carrera de Derecho en la Ibero, se asoció con Bernardo Quintana Kawage, hijo de Bernardo Quintana, el presidente de ICA, para iniciar un primer negocio que derivó en la creación del Grupo Tradeco.

Uno de los proyectos cumbre de Tradeco fue el puente atirantado más grande del mundo: el Baluarte, un contrato de más de 2 mil millones de pesos que inauguró el entonces presidente Felipe Calderón en enero del 2012. “Este es un símbolo de lo que podemos hacer los mexicanos cuando nos proponemos grandes cosas”, soltó en su discurso Calderón, lo que generó una sonrisa de Federico Martínez, quien estaba a su lado.

Para ese entonces, Tradeco ya había recibido de los gobiernos panistas más de 100 contratos de obra pública por un monto superior a los 20 mil millones de pesos y en cuyas adjudicaciones se detectaron irregularidades por parte de la Auditoría Superior de la Federación, según documentó EL UNIVERSAL en abril del 2015.

En su sitio web, Tradeco presume de tener operaciones en Guatemala, Honduras, Nicaragua, Panamá, Chile, Colombia y Estados Unidos a través de varias subsidiarias como Tradeco Infraestructura; Tradeco Industrial; Tradeco Urbana; Tradeco Ingeniería; Innovaciones Técnicas en Cimentación (ITECSA); Compañía Mexicana de Taxis Aéreos (COMETA); Avance Concesionarias y Operaciones y Rentas Costa Afuera (ORCA), entre otras.

La empresa de la cual Federico Martínez es el accionista principal –aunque están invertidos al menos otros cinco empresarios mexicanos–, participó en la licitación de la pista 2 del NAICM, pero fue descalificada, al igual que en el concurso para nivelar y limpiar el terreno del proyecto insignia de la administración federal actual.

Martínez ha declarado que le interesan todos los paquetes del NAICM que incluyeran obra civil, entre ellos las pistas, la cimentación, las obras viales e hidráulicas; sin embargo, difícilmente podrá obtener alguno, pues aunque su filial Tradeco Infraestructura fue la única inhabilitada, la señal que mandó el gobierno de Enrique Peña Nieto fue suficientemente clara.

Por si fuera poco, Tradeco acumula demandas por retrasos o irregularidades en prácticamente todos sus proyectos en México y el extranjero, lo cual, aunado a su crisis de liquidez, podría ser el principio del final para la compañía de Federico Martínez.

Posdata 1. Es tan abierta la amistad que tejió Federico Martínez con políticos del PAN, como Roberto Gil Zuarth y Margarita Zavala, sólo por mencionar algunos, que no tiene reparo en exhibirla en sus redes sociales. Posdata 2. Federico Martínez sabía que la administración de Enrique Peña Nieto iba a ser implacable con él. Por eso quiso echar a andar un medio de comunicación. Sondeó la televisión y terminó por echar a andar un sitio web… que luego quebró por falta de recursos.

Twitter: @MarioMal

Correo: mario.maldonado.padilla@gmail.com

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