Tarima del Estéreo Picnic. Foto: Alcaldía de Bogotá, 2019.
Tarima del Estéreo Picnic. Foto: Alcaldía de Bogotá, 2019.

En una semana en Bogotá empieza “un mundo distinto”, como dice el eslogan del Festival Estéreo Picnic. El festival anual de varios días trae a Colombia el cartel de artistas internacionales de más alto perfil. Desde 2019 se hizo en el campo de golf Club Briceño 18, en Sopó, pero este año vuelve a Bogotá y se hará en el Parque Simón Bolívar. 

El regreso es parte de un intento del nuevo alcalde, Carlos Fernando Galán, por posicionar a Bogotá como el epicentro de eventos de entretenimiento, no solo en el país, sino a nivel internacional. 

El esfuerzo llega después de dos años en los que el exalcalde de Medellín, Daniel Quintero, empezó una estrategia para posicionar a la ciudad como centro de eventos internacionales, que aterrizó con grandes conciertos de música urbana como los de Karol G, Bad Bunny y un Maluma que incluyó la llegada sorpresa de Madonna a la capital paisa.

En Bogotá, la idea no es competirle a Medellín en espectáculos de reggaeton, sino consolidar el sello de la capital con una identidad propia. Hasta ahora no está definida. “Que sea la diversidad de géneros y oferta cultural la que nos convoque”, le dijo a La Silla el secretario de Cultura de la ciudad, Santiago Trujillo. Sin la marca clara aún, el propósito político se traduce en la orden que tienen 18 entidades de la Alcaldía para que el Estero Picnic salga bien y sea el primer hito para que Bogotá recupere el brillo de los grandes eventos. 

El método Bad Bunny en Medellín 

En noviembre del 2022, 40 mil personas recibieron en el estadio Atanasio Girardot a Benito Antonio Martínez, mejor conocido como “Bad Bunny”, uno de los mayores reggaetoneros del momento. “Gracias por la energía. Me han sorprendido Medellín”, dijo el artista desde el escenario. “Desde que llegué al país, a la ciudad, se siente que hay algo prendido. Estaban prendidos para esta noche, se los juro”, gritó el artista ante el estruendo de aplausos. 

Impulsada con la expansión del perreo, Medellín se ha consolidado como sede de grandes espectáculos, especialmente de artistas del género urbano. “El método Bad Bunny” es como bautizó el exalcalde Quintero a su estrategia para usar los conciertos y espectáculos como método para reactivar la economía de la ciudad, después de la pandemia.

Para Santiago Restrepo, mánager y puente con artistas para Caribe Andino en la productora ONErpm, “a Medellín le funciona que es la cuna del género urbano”. “El regionalismo paisa es muy fuerte en la ciudad, eso hace que la venta de boletería en conciertos de urbano sea mayor”, dice.

El resultado fue un evento de dos noches al que asistieron más de 80 mil personas, por lo menos 10 mil turistas que llegaron con ese motivo a la ciudad, y cerca de 12 millones de dólares que entraron a la economía paisa, según cifras de la Alcaldía

“Medellín se convirtió en una ciudad tan especial para los eventos no solo por la ley del espectáculo público, sino por el ecosistema de ciudad. Medellín se vuelve cada vez más atractiva como ciudad y eso hace que un evento que se haga allí sea más atractivo, explica Jorge Melguizo, exsecretario de Cultura Ciudadana de la capital antioqueña. 

Eso le ha funcionado a Medellín para consolidar un público que está dispuesto a ir a los espectáculos que les ofrece la capital paisa. En la industria esa es una práctica que se conoce como formar o cultivar una audiencia, para asegurar el éxito de los espectáculos. 

Además, en Medellín hay otras ventajas regulatorias. Por ejemplo, el alcalde tiene la facultad para alquilar el Atanasio Girardot sin costo, si así lo decide. En Bogotá, en cambio, después del decreto 493 del 2023 —que reglamenta el aprovechamiento económico del espacio público—, el alquiler de esos espacios tiene altos costos. Por eso, según cifras de la Alcaldía, hacer un evento musical en Medellín puede costar entre 150 y 200 millones de pesos, mientras que en Bogotá llega a los $900 millones. 

“Al país le viene bien que varias ciudades sean competentes para hacer espectáculos, eso permite mejorar el ecosistema colombiano para la recepción de eventos”, agrega Melguizo. 

La apuesta del Estéreo Picnic

“Bogotá es la capital nacional de la cultura, del entretenimiento, también es un referente internacional, yo creo que ya llegó la hora que el Festival Estéreo Picnic pueda realizarse en nuestra ciudad”, trinó el alcalde Galán tan solo un mes después de ser elegido. 

Solo el año pasado, el festival recibió a más de 170 mil personas. En los cálculos de la Alcaldía para esta edición del evento se han invertido $80 mil millones, generado más de 14 mil empleos directos, 54 mil indirectos, y la administración espera recibir cerca de $5.400 millones, por vía del fondo parafiscal del espectáculo público. 

Fuera de los reflectores, la instrucción del alcalde desde su elecciones fue traer el concierto al Simón Bolívar. Para completar esa misión, la Alcaldía se acercó a los organizadores del festival, la productora Páramo Presenta para hacerlo realidad. 

“Cuando hablamos con ellos nos dijeron que siempre habían querido que el festival volviera a Bogotá, pero no habían podido por temas logísticos, técnicos y de disponibilidad de espacios era complejo. La apuesta fue hacerlo posible”, dice el secretario de Cultura Trujillo, sobre la negociación con la productora. 

Desde entonces, la mayor parte del trabajo de la Secretaría se ha enfocado en hacer posible el festival. Las 18 entidades del Distrito que han trabajado articuladamente, incluyen a la Secretaría de Cultura, y también a la de Seguridad, Movilidad, Gobierno, Transmilenio, entre otras. 

“El objetivo del trabajo articulado es seguir posicionado a Bogotá como sede para eventos no solo en el país, sino en el resto de América Latina”, explica Daniel García, el director del Instituto Distrital de Recreación y Deporte (Idrd) y uno de los funcionarios más cercanos al alcalde Galán. Más allá del Estéreo Picnic, García habla de otros eventos clave como el mundial femenino Sub 20 de la Fifa, que tiene como sede Bogotá, Cali y Medellín. La capital espera ser sede de la final, después de haber perdido la sede de la COP de la biodiversidad frente a Cali, por una decisión de carácter más político del presidente Petro.  

Esa articulación también incluye a la promotora que organiza el evento, Páramo Presenta, con quienes la administración se ha reunido desde la posesión del alcalde. “Hemos sentido un respaldo como nunca antes hemos sentido, lo que nos da la seguridad de poder llevarles una experiencia maravillosa a todos los asistentes y que de verdad sea un evento insignia de Bogotá”, le dijo a La Silla Miguel Santacoloma, el director de comunicaciones del festival. 

Pero la administración busca ir más allá de los beneficios de este festival. “Para nosotros es importante que el festival sea un evento de la ciudad, para promover ese tipo de esos eventos”, explica García, el director del Idrd.

Para lograrlo, la apuesta no es meterse en una competencia de ciudades, sino crear un estilo particular para hacer los eventos. Sin embargo, la propuesta para hacer de la diversidad un sello de ciudad es complicado sin un vínculo tan orgánico como el que existe entre Medellín y la música urbana. 

Los retos para convertirse en epicentro de eventos

Más que sede de eventos, el parque Simón Bolívar es un punto central para barrios residenciales como el Pablo VI, Salitre Greco, la Esmerada y el Quirinal. Por los festivales que allí se han hecho, como Rock al Parque desde hace 25 años, los habitantes de esos barrios se quejan del ruido y el desorden que dejan los asistentes a los eventos.

Para reducir esos efectos, la Alcaldía pondrá a prueba una estrategia que empieza con el trabajo coordinado entre entidades. Por ejemplo, con una reorganización de los escenarios dentro del parque, para que queden a más de 4 kilómetros de los barrios aledaños. 

El manejo de basuras también es un tema conversado. La idea es que la Unidad Administrativa Especial de Servicios Públicos (Uaesp) amplíe sus horarios de recolección en la zona. “Los vecinos se van a dar cuenta en la próxima semana que van a tener visitas más frecuentes de quienes están limpiando”, explica Trujillo.  

Otra queja recurrente de los asistentes a eventos en la ciudad son los problemas de movilidad que ocasionan los espectáculos. Por ejemplo, los visitantes del Coliseo Live, ubicado a las afueras de Bogotá, se quejan de trancones de más de 2 horas para llegar.

Para el Estéreo Picnic, la idea es hacer los mismos cierres viales que se hacen con Rock al Parque u otros festivales del Simón Bolívar. Desde Transmilenio, organizaron nuevos horarios para que quienes vayan al evento puedan llegar y salir en transporte público. De jueves a domingo de la próxima semana habrá servicios desde el Simón Bolívar entre 11 de la noche y 4 de la mañana. 

Más allá del festival, para que Bogotá sea competitiva en la realización de eventos la administración tendrá que repensar el decreto que regula los costos para hacer eventos en la ciudad. 

“Con el alcalde y en el consejo de gobierno hemos hablado de revisar la pertinencia de ese decreto para ver qué tan competitivo es en este momento, no solamente con Medellín, sino con otras ciudades de Latinoamérica”, explica Trujillo. García, del Idrd, agrega que para hacer la revisión del decreto estaban esperando que llegara al cargo la directora de la Defensoría del Espacio Público (Dadep), que encabeza la exconcejal Lucía Bastidas.

Finalmente, la mayor dificultad de la Alcaldía será desarrollar una insignia para la ciudad en la realización de estos grandes eventos. “Estamos fortaleciendo una sensación de que la gente se sienta feliz de vivir en Bogotá y eso pasa porque pasen cosas importantes en la ciudad”, dice el secretario Trujillo. “Para eso no solo traer eventos de afuera, sino que nosotros podamos crear y fomentar eventos potentes en Bogotá”, añade. 

El primer paso será sacar adelante el Estéreo Picnic de la próxima semana. “La idea es hacer un festival insignia, histórico y que de verdad se consolide en el parque Simón Bolívar como su casa de ahora en adelante”, concluye Santacoloma, de los organizadores del Estéreo Picnic.

Cubro al gobierno de Carlos Fernando Galán en Bogotá. Empecé como periodista del En Vivo y escribiendo sobre política exterior, la relación con Venezuela y migración. Soy politóloga e historiadora de la Universidad de los Andes. Escríbame a mrestrepo@lasillavacia.com