El año pasado la Colombia Humana tuvo un mecenas. A su cuenta llegó una donación de 650 millones de pesos que fue entregada por una empresa llamada Negocios Varvill con pocos años de constituida y sin trayectoria comercial.

La cifra no es nada despreciable. Entra en el top 30 de las donaciones que hicieron privados a partidos en un podio que, salvo por esa empresa, solo ocupan los grupos económicos de los magnates Sarmiento Angulo, Santodomingo, Ardila Lulle, Gillinski, ingenios azucareros y una farmacéutica.

El monto fue el equivalente al 53 por ciento de las donaciones que recibió el partido del presidente Gustavo Petro en el 2022. Pero pese a la generosidad del empresario dueño de Negocios Varvill, Santiago Vargas, dentro de la Colombia Humana no quieren hablar de él.

“Solo ante un ente de control y/o juez de la república (sic) estamos obligados a responder sobre los procesos contables de nuestra organización política”, fue la respuesta que entregó Carmen Anachury, vicepresidenta de la Colombia Humana, a las preguntas de La Silla Vacía. La colectividad también se negó a responder un derecho de petición que indagaba sobre ese tema.

Pese a la resistencia de la Colombia Humana a dar explicaciones formales, La Silla Vacía indagó quién es Vargas, el gran donante del partido de Petro. Él tampoco quiso hablar sobre su rol.

En todo caso, hay varios hilos que muestran la relación de Vargas con el Pacto Histórico: es amigo personal del candidato a la Alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar, y le pagó la seguridad social este año a la pareja de Ricardo Roa, presidente de Ecopetrol y gerente de la campaña del presidente. Además, hoy su hermano trabaja en el gobierno.

Esta historia hace parte de la serie de financiadores de los partidos (Vea aquí la primera entrega).

La megadonación y sus inconsistencias

Los 650 millones de pesos que recibió de regalo la Colombia Humana fueron donados por Negocios Varvill, una empresa cuyo objeto es comprar y vender activos, y construir obras civiles.

Varvill se creó en 2019 con 2 millones de pesos. Su nombre resulta de unir los apellidos de Santiago Vargas Ramos e Isabel Villegas, mamá de dos de sus hijas. La empresa en papeles pertenece a las menores de edad.

La Silla Vacía no encontró reporte de la actividad comercial de Negocios Varvill, que como dirección registra una casa sin aviso empresarial ubicada en un barrio familiar al norte de Bogotá. Aunque su contabilidad muestra que es una empresa que ha tenido un ascenso vertiginoso, no hay registros de que de sus cuentas hubiera salido la plata que llegó a las arcas de la Colombia Humana el año pasado.

Los estados contables de esa empresa prueban que en 2022 no hubo reportes de gastos, que es donde debería incluirse la donación contablemente, siquiera cercanos a los 650 millones de pesos. Contando los tributarios la suma solo se acerca a los 159 millones de pesos.

La salida tampoco queda registrada vía una posible venta de activos. Entre 2021 y 2022, Negocios Varvill mantuvo los mismos activos no corrientes (propiedades o similares). Es decir, no hubo una descapitalización que explicara la salida de los 650 millones. Los activos corrientes (efectivo y similares) tampoco explican esa salida de plata porque crecieron en lugar de disminuir, que hubiera sido el efecto de regalar dinero.

La plata tampoco pudo salir con base en las ganancias de 2022. Mirando ingresos, y descontando costos y gastos, el resultado de la empresa de Vargas fue de solo 192 millones de pesos el año pasado.

En la práctica, si se compara lo que recibió, según su propia contabilidad, con lo que aparece donando en Colombia Humana, habría regalado el triple de las utilidades de la empresa en 2022.

Eso significa que Vargas omitió la donación en el reporte oficial de la contabilidad de su empresa, que es un documento que revisan autoridades como la Dian. O que en la Colombia Humana mintieron en el reporte al CNE y de esa empresa no salieron los 650 millones de pesos.

La Silla Vacía buscó por varias semanas a Santiago Vargas, le dejó mensajes con su asistente y le escribió a su correo personal, pero no respondió. Las directivas de la Colombia Humana tampoco quisieron hablar sobre Vargas y sus aportes.

Sin embargo, tres fuentes que hablaron bajo la condición de no ser citadas, que coincidieron en los detalles por aparte y que, incluso, coinciden con lo que muestran los reportes contables de Negocios Varvill, señalaron que en realidad Vargas fue un vehículo para que entrara plata a la campaña del presidente Gustavo Petro sin ser reportada.

“Santiago no puso toda esa plata. Eso fue una vaca entre varios empresarios para la campaña. Ellos no querían aparecer formalmente y Santiago puso su empresa. Eso fue todo”, explicó a La Silla Vacía un miembro de la Colombia Humana que está nombrado actualmente en el gobierno.

Un directivo de la campaña de Petro explicó que “había una plata que querían poner unos empresarios y buscaron a uno solo para hacerla entrar. Ahí aparece Santiago Vargas”.

Y un empresario que dice haber sido testigo de primera mano aseguró que “pidieron plata para aportar a la campaña y con la expectativa de tener alguna retribución en contratos varios lo hicieron. Este Santiago Vargas fue uno de los que ayudó a que entrara. Mucha plata se recogió después de elecciones porque quedaron cosas sin pagar”.

El empresario incluso le entregó la foto de un cheque a La Silla Vacía que está girado a favor de la Colombia Humana el 5 de julio del año pasado. Dos semanas después de la segunda vuelta presidencial.

No hay ningún ingreso registrado por el partido con ese monto. Su origen es desconocido porque el cheque es de gerencia, es decir, que el banco es el que aparece girando la plata. Pero un dato coincide con la donación que aparece a nombre de Negocios Varvill.

En la poca información que está disponible en el renglón de la donación de la empresa de Vargas aparecen números que coinciden con la fecha en la que fue girado ese cheque.

En la Colombia Humana se negaron a dar cualquier detalle relacionado con giros, fechas y donantes, o sobre el destino de la plata.

Buscar a un tercero, les permitía a empresarios no ser detectados y evitar eventuales inhabilidades para contratar con el Estado por el monto de su financiación. Al tiempo, le abría camino a la campaña de Petro para recibir plata por fuera de términos y sin superar los topes de financiación, algo que ya está siendo investigado por el CNE.

Vargas, el megadonante

Las tres fuentes con conocimiento directo de la financiación –el directivo de la campaña del presidente Gustavo Petro, el miembro de la Colombia Humana con nombramiento en el gobierno Petro y el empresario–- también coincidieron en que Vargas había aparecido de la mano del exsenador y actual candidato a la alcaldía de Bogotá, Gustavo Bolívar.

“Toda la aparición de Vargas es porque había miedo de que se robaran la plata que querían mandar para la campaña. Pensaron en alguien serio y buscaron a Bolívar y Bolívar presentó a Vargas”, dijo una de las fuentes. Las otras dos aseguraron que habían sido testigos de primera mano de la cercanía de Vargas y Bolívar.

Bolívar tampoco quiso responder a la solicitud de entrevista que La Silla Vacía le hizo tanto directamente, como a través de su asistente, pese a que se le informó que el interés era hablar de Santiago Vargas.

En todo caso, Carlos Emilio Vargas Ramos, hermano de Santiago Vargas Ramos, sí confirmó que él y su hermano eran cercanos a Gustavo Bolívar.

“Nos conocimos porque hace muchos años apoyamos a Enrique Parejo (exministro de justicia víctima de un atentado de Pablo Escobar en Budapest) y Gustavo Bolívar era el enlace para hablar con él”, explicó Carlos Vargas, quien, en todo caso, dijo no saber sobre si su hermano Santiago había donado a la Colombia Humana.

Carlos Vargas y Santiago Vargas no han figurado en política de frente, pero vienen de familia política en el Huila. Su papá fue Carlos Vargas Villalba. En el 78 fue gobernador de ese departamento por nombramiento del entonces presidente, Alfonso López Michelsen. Duró solo 9 meses en el cargo porque tuvo un ataque cardíaco.

Desde entonces su familia guardó un perfil más bajo. Sus hijos se dedicaron a temas empresariales y hasta donde La Silla logró rastrear han tenido intereses en temas de construcción, plástico y zonas francas.

Su papel en los últimos dos sectores les han dado visibilidad. Por ejemplo, en 2005 intervinieron ante el Congreso en medio de una audiencia en la que se discutía con empresarios del plástico el Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. Y con la Zona Franca mojaron prensa huilense y se lanzaron con un ambicioso negocio en Cartagena.

El proyecto llamado Santelca tomó forma en 2012, pero se lanzó en 2015 con la promesa de ser un área de 700 mil metros cuadrados, tecnología de punta y comodidad para hacer negocios a poca distancia del puerto de la capital de Bolívar.

Cuando la expectativa por ese negocio estaba al tope. Santiago Vargas Ramos figuró por primera vez (desde que los registros son públicos) como donante de una campaña. En ese entonces aportó 8 millones de pesos a la aspiración presidencial del candidato del uribismo, Óscar Iván Zuluaga.

En julio de 2022 el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo le quitó la autorización de zona franca al proyecto porque desde 2019 dejó de operar y nadie dio explicaciones.

Todas las empresas que La Silla encontró a nombre de Vargas Ramos o relacionadas con él aparecen liquidadas. Salvo por una que es muy similar a Negocios Varvill. Su nombre es Actividades de Capital y se creó 7 días después que Varvill.

En Actividades de Capital, que también funciona en un apartamento en zona familiar al norte de Bogotá, aparecen Santiago Vargas, María Alexandra Gómez, mamá de tres de sus hijas, y esas tres hijas. Inicialmente tenía el mismo objeto de Varvill, y a mediados de 2021 fue ampliado para entrar a temas de energías renovables.

Esa empresa, tiene línea directa con el presidente de Ecopetrol y quien fue gerente de la campaña del presidente Petro, Ricardo Roa.

La Silla Vacía encontró que este año le pagó la seguridad social por varios meses a Julián Caicedo Cano, pareja de Roa. Caicedo Cano, como reveló La Silla, este año fue funcionario del Invías y al tiempo tuvo contratos en Medellín, algo que está prohibido por ley.

Santiago Vargas, además tiene un hilo que lo une al Invías. Su hermano Carlos Emilio Vargas, quien antes no había tenido ningún contrato con el sector público, entró a trabajar como asesor jurídico de esa entidad en abril de este año con honorarios de 17 millones de pesos mensuales.

Carlos Vargas entró por solicitud de Sandra Cuenca, quien hasta hace tres meses fue secretaria jurídica del Invías. Según contó Daniel Coronell, Cuenca venía de ser jurídica de la constructora Latinco, una empresa que suele asociarse con Ingeniería de Vías, empresa de Pedro Contecha.

Contecha es el empresario que La Silla Vacía reveló le prestaba el avión a Guillermo Reyes, primer ministro de Transporte de Petro. También es el mismo que está ejecutando en medio de varias inconsistencias la vía Rosas-Cauca.

Según las versiones del directivo de la campaña y del empresario, Contecha es uno de los empresarios que coordinó la colecta que habría llegado, al menos en parte, a través de Santiago Vargas Ramos a la Colombia Humana con el propósito de pagar gastos de la campaña Petro.

Carlos Vargas negó estar relacionado con alguna componenda o con la donación de su hermano. Aseguró que su llegada al Invías tuvo que ver con que se conocía con Cuenca desde hace años porque habían coincidido en varios escenarios y los dos son del Huila. Cuenca dio la misma versión y negó cualquier relación con Contecha.

Contecha le negó a La Silla Vacía en abril de este año haber estado detrás de alguna actividad de financiación de la campaña de Gustavo Petro.

Mientras tanto, la Colombia Humana dice que solo responderá ante un juez y los demás encargados de dar explicaciones guardan silencio.

Soy coordinadora de la Unidad Investigativa. Comunicadora Social y Periodista de la Universidad Pontificia Bolivariana de Bucaramanga. Antes fui editora de La Silla Santandereana, donde cubrí poder en los dos santanderes y Arauca. Previo a La Silla, fue periodista de política y de la Unidad Investigativa...