La Sala Plena está integrada por 23 magistrados, de los cuales 16 deberán votar por la misma candidata para que salga elegida fiscal.

Hoy los 23 magistrados de la Sala Plena de la Corte Suprema de Justicia tienen que resolver dos tareas: elegir a su nuevo presidente y vicepresidente, e iniciar la votación para elegir a la nueva fiscal general. Sin embargo, tres fuentes, que trabajan en la Corte y tres cercanas al proceso de elección de la nueva fiscal con las que habló La Silla Vacía, predicen que al finalizar la reunión habrá nuevo presidente pero no nueva fiscal. 

Las fuentes pidieron no ser mencionadas por nombre para discutir un proceso privado en el que tienen incidencia. 

Las razones son dos, y tienen que ver con las sensibilidades sobre la independencia de los togados y sus lógicas internas. Primero, la prioridad de la Corte es resolver la puja de poder interno en la elección de sus directivos. Y, segundo, hay bandos pro y anti elección pronta que están dividiendo los tiempos de elección y las mayorías.

Sin afán ni mayorías

Hasta ahora ninguna de las tres ternadas por Petro ha logrado amarrar los 16 votos para hacerse elegir. Las candidatas son Ángela María Buitrago, Amelia Pérez o Luz Adriana Camargo. De hecho, una fuente dentro de la Corte afirma que el afán de Petro por acorralar al fiscal Barbosa, nombrádole cuanto antes a su sucesora, ha jugado en contra entre los magistrados. 

En diciembre, cuando se dio la primera Sala Plena, con la terna sobre la mesa era claro que no se elegiría fiscal porque, entre otras razones, a varios de los magistrados les molestó que el presidente se adelantara presentando su terna siete meses antes de la salida de Francisco Barbosa y cuatro días después de la captura de su hijo, Nicolás Petro. Y aunque la Corte afirmó que la decisión de aplazar la elección para este año se debía a la ausencia de 4 magistrados, pese a que hoy habrá 23 completos, la prioridad está centrada en la elección del nuevo vicepresidente. 

Es obligatorio que la presidencia y vicepresidencia de la Corte se elijan cada enero para un término anual. Y aunque podría pensarse que la decisión más relevante recae en el puesto de la presidencia, su ocupante en realidad viene cantado desde las elecciones pasadas, pues la Corte tiene la tradición de dejar de presidente al vicepresidente del año pasado.

En 2018 el vicepresidente fue Fernando García, quien pasó a ser presidente en 2019. Ese mismo año, el vicepresidente fue Jorge Luis Quiroz, que pasó a la presidencia en 2020. Y así ha sido hasta el actual presidente, Fernando Castillo Cadena, quien fue vicepresidente en 2022 y ahora tiene como vicepresidente a Gerson Chaverra. Por eso, en un cuerpo de tradiciones y reglas implícitas, se supone que Chaverra será el presidente y el primer afrocolombiano en llegar al cargo.

En cambio, la vicepresidencia está abierta. Este año le toca el turno a la Sala Civil, en la rotación que hacen las 5 salas que tiene la Corte. El primer asunto en las prioridades de la Plena será sobre 5 candidatos de los 7 magistrados que hacen parte de esa sala, y que son posibles candidatos (los otros dos cumplen su periodo este año). Para que cualquiera de ellos quede vicepresidente se necesita el voto favorable de ⅔ partes de la Plena, es decir 16 votos. 

Después de tener elegidos a los nuevos líderes de la Corte sí vendrá el debate sobre la votación de la nueva fiscal general, pero sin afán. Según el reglamento interno las sesiones no pueden exceder las cuatro horas, salvo que la mayoría de los integrantes decidan hacerlo. 

La Corte sigue teniendo una Sala Plena, programada cada dos semanas y que caerá el 8 de febrero, para intentar escoger fiscal antes de que Barbosa abandone el cargo, el 12 de febrero. 

Los tres bandos que dividen los votos en la Corte

Además, aún no están bien depuradas las mayorías entre tres bandos con posturas distintas sobre el momento ideal para la elección. “Está un primer bloque que son los que quieren elegir a la fiscal cuanto antes. Incluso propondrán que se hagan sesiones extraordinarias hasta que se decida”, dijo una de las fuentes que conocen de primera mano el proceso. Este bloque buscaría que se aprueben sesiones más seguidas en lugar de tener que esperar quince días para que haya una nueva Sala Plena. Según la fuente, uno de los magistrados abanderados de esta postura es Luis Antonio Hernández, magistrado de la Sala Penal que entró a la Corte en 2016. 

“Un segundo bloque lo conforman los magistrados que no están reacios a votar pero creen que debe hacerse en las sesiones quincenales de la Sala Plena”, explicó la fuente. Según las tres fuentes dentro de la Corte, esta sería la postura que tiene más magistrados a favor. Sin embargo, esto no significa que todos los del bando están apostándole a la misma candidata. Para que cualquiera de ellas salga victoriosa, necesita 16 de los 23 votos a su favor y con tres bandos divididos y tres candidatas, los votos suelen dispersarse. 

De hecho, es común que se requieran varias sesiones de votación para que puedan ponerse de acuerdo 16 magistrados y esta es apenas la primera. Por ejemplo, en el caso de Barbosa, se necesitaron tres reuniones y convencer a una de las magistradas en la última para lograr la mayoría. Y en un caso más escandaloso, Viviane Morales fue elegida fiscal luego de 25 sesiones de Sala Plena y un año y medio de interinidad. 

“Y el tercer bando es de los que no les gusta ningún nombre de la terna y que quieren votar en blanco para que ninguna sea elegida”, continuó relatando la fuente. Ahí está el magistrado Gerardo Botero, quien no solo buscó tumbar la terna mediante una tutela por considerar que debía tener mínimo a un hombre, sino que la semana pasada envió una carta a la relatora especial sobre la independencia de los magistrados y abogados, de la ONU, Margaret Satterthwaite, denunciando “amenazas contra su integridad personal y moral y atentados contra la independencia del Poder Judicial por parte del presidente”. 

Los tres bandos tendrán que llegar mínimo a un acuerdo mañana y es si continuarán votando en sus sesiones cada quince días o, si acogerán el método de las sesiones extraordinarias que propondrá el primer grupo. Aun así, otra persona dentro de la Corte le explica que en cada sesión se pueden hacer hasta tres rondas de votación y que si para el 12 de febrero no hay acuerdo, la Fiscalía quedará en manos de Martha Mancera, la actual vicefiscal. 

El afán es que no se vaya hasta abril

La interinidad en la Fiscalía General es común. Cuando salió del cargo de fiscal Mario Iguarán en 2009, Guillermo Mendoza tuvo que reemplazarlo como encargado hasta 2011. La razón fue el constante rechazo de la Corte Suprema a las ternas enviadas por el entonces presidente, Álvaro Uribe, tras el caso de las chuzadas a los magistrados. No fue sino hasta que llegó Santos al poder que la Corte Suprema aceptó una terna. 

En noviembre de 2010, Santos presentó la terna de la cual salió victoriosa Viviane Morales en 2011. Pero fue muy corto el tiempo el de Morales en la Fiscalía porque en marzo de 2012, luego de conocer que el Consejo de Estado declaró nula su elección, renunció al cargo. 

Luis Eduardo Montealegre fue el sucesor de Morales, pero volvió a haber interinidad por cuatro meses hasta que la Corte eligió a Nestor Humberto Martínez, en 2016. Martínez renunció en 2019, en medio de sus conflictos de interés por el caso Odebrecht. Otra vez la Fiscalía quedó en encargo desde mayo de 2019 a enero de 2020, en manos de Fabio Espitia. 

Dejar encargada a Martha Mancera la Fiscalía General no sería excepcional. Su preocupación es que a principios de abril de este año, cinco magistrados salen de la Corte. Los magistrados Quiroz, Rico, Castillo, Botero y Hernández, posesionados en 2016, cumplen su periodo. Y dos de ellos: Hernández y Botero, son los abanderados de sus respectivos bandos. 

La reconfiguración de la Corte podría poner en vilo la elección si para ese entonces no se ha elegido fiscal. Y puede retrasarla por dos motivos: porque puede tomarse la decisión de que hasta no tener a los 23 magistrados no se elige fiscal y porque de votarse la decisión con los nuevos integrantes, los consensos o mayorías que vienen trabajándose pueden reconfigurarse. 

El nombre más sonado

Pese a que mañana no es prioridad discutir sobre la candidata favorita, hay un nombre que suena más en la Corte Suprema: Ángela María Buitrago. “Es la más conocida y tiene mucha respetabilidad como profesional”, dijo una de las fuentes dentro de la Corte a La Silla. Además, a la fecha, es la que más magistrados tienen como su favorita. 

La Silla habló con fuentes que conocen a los magistrados y por ahora Buitrago tiene tres votos en la Sala Penal, dos en la Laboral y dos en la Civil. Además, comparte su Alma Mater, la Universidad Externado, con varios magistrados y ya tiene experiencia trabajando en la Corte Suprema de Justicia como fiscal delegada por el entonces fiscal general, Mario Iguarán. 

Pero entre sonar y quedar aún hay mucho tiempo, y varias movidas adentro de la Corte.