Charlotte, N.C. - Con un inesperado triunfo de Rory Mcilroy, quien logró romper una sequía de 18 meses ganando por tercera vez en Quail Hollow —sede de su primera victoria en el PGA Tour, Abraham Ancer volvió a ganar espacio en las principales noticias deportivas, al terminar en segundo lugar del Wells Fargo Championship, quedándose a un solo golpe del norirlandés, gracias a una magnífica ronda final de 66 golpes, y acumulando 9 bajo par.

Tras haber conseguido dos birdies sin errores en los primeros 14 hoyos, Abe ligó tres birdies consecutivos entre los hoyos 15 y 17, metiéndose de lleno en la pelea por el triunfo. Tras alcanzar el 18 en regulación, su intento de birdie desde 33 pies quedó a 11 pulgadas del hoyo. De haberlo embocado, habría alcanzado la muerte súbita.

Como resultado de este torneo, avanzó 19 posiciones en la FedexCup y se ubica ahora en lugar 14.

Rory, campeón

Rory McIlroy finalmente ganó cuando menos lo esperaba, y fue tan dulce como podría haber imaginado.

Solo después de lograr su victoria —su primera en 18 meses—, reveló que su cuello se había bloqueado durante su última sesión de entrenamiento y que, de no ser por una hora de salida tardía el jueves, habría tenido que retirarse.

Y cuando tomó el control el domingo por la tarde con birdies consecutivos desde el búnker en la recta final (14 y 15), empezó a adelantarse pensando en lo genial que sería ver a su mujer y a su hija de 8 meses esperando para celebrar con él su primer Día de la Madre.

La recta final de Quail Hollow lo devolvió a la realidad. Tras conseguir par en el peligroso par 3 del 17, rodeado de agua, su salida en el 18 dejó su bola en una profunda madeja de pasto junto al pequeño arroyo a la izquierda del fairway. Su caddie, Harry Diamond, le convenció sabiamente de que aceptara un dropeo de penalidad, a pesar de hacerlo desde una pendiente incómoda, pero ejecutó un perfecto golpe a green. Hizo dos putts desde 45 pies para hacer bogey, un 68 (-3) que confirmó su victoria 19 en el PGA Tour.